UNA SILLA PARA COMERSE
UNA SILLA PARA COMERSE
Por Juan José Díaz Infante
Jdiazinfante@altamiracave.com
Para comerse una silla, es muy importante el que esté muy bien preparada.
En esta Navidad estuve platicando mucho con mi hija Nadine, ya que fuimos los que nos quedamos rezagados de las vacaciones. En una de las tantas pláticas, me dijo del libro que estaba leyendo, sobre un profesor que le había pedido a su grupo de alumnos un proyecto de verano que tuviera las siguientes características, que fuera original y que no fuera una estupidez.
El grupo de alumnos decidió como proyecto comerse una silla. Consultaron con un médico cual era la madera que no dañaba el organismo y que fuera digerible por el ser humano. Paso seguido, se construyeron una silla con las condiciones de una madera que no fuera tratada con pesticidas o barnizada y, todos los días lijaban un poco de la silla y se la ponían a su avena con leche y se comían un poco de la silla. Así durante los dos meses del verano hasta que se acabaron la silla.
Lo interesante es lo que aprendieron de la experiencia, lo primero es que cualquier cosa es posible si se planea bien, segundo, si todos los días tienes un pequeño esfuerzo planeado se pueden lograr grandes cosas y tercero, que con un equipo dirigido, la vida es más fácil.
A partir de esta historia he estado haciendo un poco de reflexión sobre el 2009 y la capacidad de construcción, más bien la posibilidad de construcción a partir del 2009 y el caos mundial que se ha sucitado.
Los problemas de pensamiento de planeación es que siempre no enseñan a empezar de cero y resulta que la realidad no comienza de cero. Ni siquiera está empezada, sino que en muchos momentos va en dirección contraria o en un total caos.
El orden se comienza en una especie de ilusión de que todo está bien o que todo va a estar bien, sin embargo pocas veces se puede dar la auditoría real del momento debido a ese bloqueo mental
Finalmente se ha terminado 2009, es peor año de los últimos años, para toda la humanidad...
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