ODA AL AIRE: UN VUELO ESCULTORICO
ODA AL AIRE: UN VUELO ESCULTÓRICO
Por: Ximena Jordán
Email: ximejordan@gmail.com
"Un aire, un aire, un aire nuevo, no para respirarlo sino para vivirlo"
(Gonzalo Rojas, poeta chileno)
Oda al Aire: su lugar y su elevación
Santiago es una ciudad con encantos “no evidentes”. Pero con muchos de estos encantos. Entre ellos, el Parque de las Esculturas de Providencia. Este estratégico espacio público fue creado en 1982 por la Municipalidad de Providencia con el fin de crear un espacio público urbano que acogiera la creación escultórica nacional, a la vez que servir de escenario para artes teatrales, cinematográficas y musicales en ocasiones especiales y normales. Como todos los que lo hemos visitado podemos atestiguar, dicha función es cumplida por este parque, y a cabalidad.
Dentro del parque de las esculturas de Providencia y a la vista de todo quien tan sólo se aproxime a este él (no hay necesidad de entrar al parque para visualizar la obra) se encuentra Oda al Aire. Que paradojal es, en primera instancia, una escultura con ese nombre, la cual – literalmente – se eleva en el usualmente contaminado aire de Santiago.
Oda al Aire es una escultura que expresa una relajante liviandad tanto debido a su "volátil" forma y a su materialidad. La sección superior de la escultura parece libre e impredecible como el viento; en cualquier momento se desprende para seguir su rumbo hacia las alturas, para pertenecer, literalmente, al aire. Es esta fracción de la escultura la que encuentro más cautivante, debido a que provoca que Oda al Aire se eleve notablemente por sobre las demás esculturas que la rodean, lo que a su vez posibilita que Oda al Aire sea contemplable desde los más variados y distantes ángulos con respecto a su ubicación.
A diferencia de otras estructuras ubicadas en este parque, Oda al Aire es indubitablemente una escultura. Hasta el observador menos entrenado en apreciación del arte está facultado para declarar después de breves segundos de observación que ésa estructura de madera que se vislumbra al otro lado del puente Pedro de Valdivia en dirección diagonal ES una escultura. No se confunde con otro tipo de obra, pues sus formas sinuosas y estéticas causan placer a primera vista.
Danzante estabilidad
Cuando nos acercamos a ella vemos que es grande. Muy grande. Y que no se impone desde nuestro nivel, sino que se impone de lo alto; que goza de la especial capacidad de elevarse a ella misma y con ello de alzar la vista y la admiración del espectador. Al ser de madera, se asemeja a un árbol, pero no a uno enraizado, como la mayoría de los árboles lo están, sino a uno que de alguna manera ha emprendido viaje. Quizás lo que viaja es el polen de sus flores, quizás sus hojas otoñales, quizás aves que alguna vez anidaron en él, pero lo cierto es que hay un enraizado desplazamiento atribuible a las formas escultóricas que componen Oda al Aire.
En otras palabras, Oda al Aire está dotada de una "danzante estabilidad", en cuanto sabemos que no se moverá de su sitio, pero que a la vez nunca dejará de amenazar con hacerlo. Dicha sensación es producida debido a la tensión entre su base y su parte superior, la cual se traduce en una dialéctica morfológica fácil y entretenida de captar: la parte de arriba de Oda al Aire vuela justamente porque su base es ancha y estable, sin dejar dudas de que el equilibrio de esta obra no es producto de la suerte ni de la especulación, sino de una composición pensada y sentida como necesariamente armónica por el artista.
Con respecto a esta cualidad de Oda al Aire, su creador, el joven y connotado escultor chileno Ignacio Bahna, declara: "Oda al aire es parte de una serie escultórica inspirada en los parajes del Sur de Chile, en los momentos que yo vivía fuera de mi país. Oda al aire es la representación del aire en su desplazamiento fugaz. Los elementos morfológicos terminados en punta son incorporados por primera vez en esta obra y representan el nuevo lenguaje escultórico de expansión espacial en un punto de fuga".
Nacimiento y viaje de Oda al Aire
Oda al Aire es parte de una serie de esculturas creada en Barcelona, España en el año 2004. Antes de llegar a Chile, Oda al Aire fue exhibida, junto con las demás esculturas de su serie, tanto en España y en Estados Unidos. Finalmente se expuso en Chile en el año 2007, junto a la muestra Crecimiento Levitatorio: conjunto escultórico creado durante la estancia del artista en Europa y en los Estados Unidos.
Oda al Aire fue instalada de forma perpetua en el Parque de las Esculturas de Providencia en la primavera del 2007, año del aniversario número 25 de este parque. La instalación de Oda al Aire en el Parque de las Esculturas de Providencia formó parte de las actividades con motivo de la conmemoración del aniversario de este lugar. Esto hace aún más sentido si consideramos que al Ignacio Bahna, artista creador de Oda al Aire, es totalmente oriundo de la comuna de Providencia y dentro de ésta, Bahna creció y vive específicamente del sector Pedro de Valdivia. En dichos alrededores, el escultor cursó toda etapa escolar y estableció su primer taller como escultor profesional, en el cual sigue operando en la actualidad. Debido a esto, el Parque de las Esculturas era (y sigue siendo) un espacio privilegiadamente significativo para el artista, desde donde Ignacio eligió reinsertarse a la vida escultórica nacional después de seis años de ausencia de nuestro territorio.
Ignacio pasó cuatro de estos años en Barcelona y dos en EE.UU, en ambos países persistiendo en dos acciones que lo mantuvieron en permanente movimiento: crear y exhibir, crear y exhibir y después de haber concluido aquello…volver a crear y a exhibir. Una vez en Chile, Ignacio quiso concluir este largo periplo de trabajo dejando expresión de lo trabajado y de lo aprendido ante los ojos del mismo grupo de transeúntes del cual él es miembro: los que transitan frecuentemente por el "corazón" de Providencia.
Al mismo tiempo, el artista reconoce el objetivo valor de este espacio urbano: "Un lugar realmente importante para la escultura chilena, en medio de la urbe, en donde la gente aunque sea por un par de segundos se detiene a observar los nuevos edificios de la ciudad".
En Santiago, pero en el Sur
Ignacio es un admirador de la naturaleza. Yo lo catalogo como una de esas personas que - afortunadamente - depende del contacto con el ecosistema para la conservación de su equilibrio físico y mental. Del mismo modo, su obra escultórica en gran escala se envigoriza al ser posicionada en un entorno que sea ecológico, aunque sea en parte. Así lo rescata el artista con respecto a Oda al Aire: "Una obra instalada muy cerca del río y de los cerros, un encuentro entre escultoras, las que rescatando todos sus estilos particulares se relaciones armoniosamente entre ellas".
Oda al Aire está en Santiago y es ahí donde la quiso su creador. No obstante, esta creación responde al impulso escapista intrínseco al capitalino chileno; a ése querer (¿o necesitar?) pertenecer a la gran ciudad y a la vez salir de ella cada vez que se pueda. Al anhelado ideal de formar parte de dos chiles: del Chile santiaguino y del provinciano, obteniendo la magia de los dos y tratando de evitar los vicios. Ignacio Bahna es fiel a Santiago como su ciudad de origen, pero elige el Sur de nuestro país como su destino definitivo. Al respecto, comenta el artista: "Después de vivir cuatro años en España, exponer cinco muestras en Barcelona, dos colectivas de escultura en gran formato, trabajar por dos años en Estados Unidos y montar mi propia galería en Phoenix, Chile cada vez me fue tirando más, pero no era Santiago el que me atraía sino el Sur de Chile. El año 2007 volví a Chile con el fin de montar una gran muestra en el Parque de las Esculturas que recogiera toda mi obra realizada afuera. Mi intención y motivación era entregar mi lenguaje escultórico a la gente de mi tierra. Junto a ello me establecí entre el Sur de Chile y en Santiago, lugares en los cuales sigo viviendo estacionalmente hasta la fecha".
Un aire nuevo
Oda al Aire es un tributo al aire de la ciudad, al aire de la gente, al aire que cada uno de los habitantes de Santiago crea con su sola presencia. Por eso no es irónica, porque hace referencia tanto al aire físico como al aire en cuanto alma del lugar en que se habita. En esta creación, Bahna toma el aire de la naturaleza como metáfora y también rescata su fundamental presencia. De este modo, Oda al Aire rinde homenaje a todo quien la contempla al pasar, pues quien la contempla emitirá a lo menos un suspiro, un pensamiento que alivia la mente antes de perderse en el ruido de la ciudad, una pausa a la vorágine de la urbe…un aire nuevo.
Esta obra es una oda a la importancia de no perder este aire propio, de Santiago de Chile, no de Barcelona ni de EE.UU sino sólo nuestro, de "acá". Quizás esto parezca un mero sentimentalismo de mi parte, pero créanme que no es así. No he tenido la oportunidad de viajar mucho, sin embargo en la actualidad me encuentro estudiando en Australia y créanme que hay ciudades que tienen muchas cosas maravillosas, pero que no tienen un aire propio. Al describirlas se pueden mencionar una lista de bondades urbanísticas y sociales, pero el conjunto de ellas no logra generar en el corazón una sensación única y unitaria, que no se pueda enlistar sino tan sólo sentir con la mera presencia en ese lugar.
Santiago, como toda sobre poblada capital, tiene muchos atractivos misterios, y varios notorios defectos. Entre los principales defectos está la contaminación…del aire. El aire contaminado del cual nadie tiene personalmente la culpa, pero que causa democráticos estragos al ser transversalmente respirado por los diversos grupos de ciudadanos que conviven en la capital. Si bien es cierto Oda al Aire comprende un concepto de aire más amplio que el que el cuerpo respira, también es real que la observación de esta escultura nos remite inevitablemente a la alerta ambiental de la cual todos somos protagonistas, pues al mirarla hay que elevar la vista y reconocer que el fondo que la acoge dista de ser azul. Pese a esto, el optimismo que tanto la forma como el título de esta obra irradian hace que la mente del espectador no se concentre en lo alarmante de esta situación, sino más bien en su seriedad, y en la importancia del problema de nuestro aire "físico". Así como Oda al Aire nos deleita a todos por igual, la preservación del medio ambiente debería ser tarea y preocupación de todos y de cada uno en la medida de sus posibilidades de acción.
Ignacio Bahna rescata lo fundamental en el ser público de Oda al Aire: "La obra pública es la gran democratización del arte, es regalar el arte a la gente, a la ciudad, al aire exterior".
Ignacio Bahna se encuentra actualmente trabajando en su taller de Providencia con la misma disciplina e inquietud que caracterizó su fortalecimiento como escultor profesional en el extranjero. Su obra varía notablemente en cuanto a formato y materialidad, al mismo tiempo que mantiene una armonía y claridad conceptual que la hace amistosa y fácil de disfrutar para el espectador. Ignacio fue recientemente elegido como uno de los setenta mejores artistas del Bicentenario de Chile, pasando a formar del archico artístico nacional en el libro "70 artistas en 70 años" de la Colección Bicentenario.
Ximena Jordán
Máster en Curaduría del Arte, Universidad de Melbourne
Licenciada en Estética PUC
Email: ximejordan@gmail.com
Imágenes: gentileza del artista, Ignacio Bahna. Email: ignabahna@gmail.com
Sitio Web del artista: http://www.ignaciobahna.cl/
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