Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

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||... escritos... latinoamericanos...||

 

Este escrito sobre El espacio, la letra y la escritura, dedicado a tres artistas visuales, mujeres, una española y dos francesas, fue presentado  por primera vez en ‘El Congreso Internacional de poesía experimental', entre el 28 y el 30 de agosto del 2008 organizado por Plataforma centro MEC  Montevideo Uruguay. Desde ya mi agradecimiento en particular a Clemente Padín y en general a la organización del evento por tan estimable invitación.

 

ð LA MUJER A LA LETRA: EL ESPACIO,  LA LETRA Y LA ESCRITURA
EN LAS OBRAS DE  DORA GARCÍA, ANNETTE MESSAGER
Y  DOMINIQUE GONZÁLEZ-FOERSTER 



Alberto Caballero
acaballero@geifco.org

 

En este trabajo podremos apreciar cómo la mujer que ha entrado en el arte a través de la perfomance, poniendo su propio cuerpo, se instala definitivamente fragmentando la imagen para producir una realidad nueva que denominamos virtual. Con todo esto adquiere un estatuto propio,  una escritura otra, diferente que la del hombre, que denominaremos la letra. La letra por un lado es diferente al significante, es su soporte matérico, su lado simbólico, por otro tiene un lado imaginario, la imagen a la letra, y por último un lado real, la marca. ¿Cómo la mujer pasa a estar escrita por una letra ð? y ¿cómo la mujer-artista realiza su obra ‘a la letra’? serán los dos objetivos fundamentales del trabajo que les presento. En cada una de estas tres partes haré primero una introducción a los conceptos teóricos, necesaria para poder leer desde este punto de vista la obra de las artistas y llegar así a  demostrar como están escritas, o como no-están escritas.

 

Síntesis de conceptos que trataremos:


La obra de Dora García,la dit.mensión  del espacio a la letra.  El espacio para la geometría descriptiva, la perspectiva como aparato de construcción del espacio (registro imaginario). De las medidas a la dit-mensión del espacio. El espacio para la lingüística, el espacio del significante, la serie significante, el discurso (registro simbólico). El espacio del discurso es a la letra. El espacio a la letra, el espacio de las marcas, las huellas, la letra (registro real) El espacio del goce, el goce a la letra.

 

 

La obra de Annette Messager,la pérdida del objeto cosa y el paso al objeto letra. Las modalidades de la letra. La letra de lo real a lo simbólico, la letra de lo simbólico a lo real. La letra como materialidad del significante, la letra como huella en su vertiente imaginaria. La letra que se desprende de un discurso.    

La obra de Dominique González Foerster,la mujer a la letra. Las modalidades de la escritura. Para que haya un discurso, tiene que haber una escritura a la letra. Lo necesario, lo posible, lo contingente, lo imposible, de escribir. El espacio como una escritura que no.cesa de no.escribirse. La acción de la letra en el espacio expositivo, un espacio que no-existe.

 

 

La obra de Annette Messager: la pérdida
    del objeto cosa y el paso al objeto letra    


Las modalidades de la letra

Como un paso previo a la constitución del significante, la marca es leída y tras ello es convertida –o no- en significante. Esa marca es la letra, la materialidad del significante. Pero las marcas están hechas con un soporte material que es el mismo que la letra. La marca  está en una materia  (por ejemplo en las neurona del SNC), y está hecha mediante un código orgánico.  Mediante la operación lectura (a la manera del ordenador que lee el disco duro en que hay marcas magnéticas) las marcas son transformadas en letras, lo que la lingüística llama el grafema. En una operación posterior será convertido en significante, en el registro simbólico, es decir, se articulará con los demás significantes.

 

Significante/significado, remite a lo simbólico
Letra/referente, remite a lo real

 


significante
significado    



Entre el significante y el significado tenemos una barra que hay que abrir dos veces y allí esta la función de lo escrito, se escribe hacia afuera y se lee hacia adentro… escribir algo raya lo real. Se trata de traspasar goce, los físicos dirían energía. Y se hace a través de la letra. La letra va a hacer de materia de soporte, tanto en la ida como en la vuelta. Pero serán dos letras completamente distintas, primero es rasgo puro, y a lo mejor se consigue leerla, se refiere a la letra que va de lo real a lo simbólico, y otra que va de va de lo simbólico a lo real, esta es  producto de un discurso y entonces es leída, porque es elaborada. En ese paso de lo simbólico a lo real tenemos las matemáticas para ayudarnos a entender, pero para el paso de lo real a lo simbólico quizás tengamos que utilizar otra escritura, la escritura china por ejemplo.

 

Pasamos a las matemáticas, a la teoría de los conjuntos: Lacan a los conjuntos los llama letra (escrita), las letras son los conjuntos, con esto convierte toda la topología y la lógica de conjuntos en teoría de la letra. Todas las lenguas tienen un sistema fonético que cada una adapta a la escritura con un alfabeto, que tiene un número limitado de letras… la letra no tiene significado. No hay que confundir fonemas con letras, el castellano solo tiene cinco vocales y cinco letras para su escritura, pero otros idiomas tienen 7 y hasta 9 fonemas para las mismas vocales.   La teoría de conjuntos y la topología de conjuntos es un alfabeto y un funcionamiento per se de ese alfabeto, que no tiene nada que ver con el funcionamiento del significante. En tanto un punto es una letra nos olvidamos del punto y lo convertimos en una letra, y entonces toda esta teoría es una lógica de letras. Así como hay una lógica de la cadena significante, una lógica del significante, que cumple unas propiedades, la letra cumple otras, es una teoría de la letra escrita, efecto de un discurso. En una dirección tenemos el discurso matemático, que ya está hecho, a la inversa, hay muy poco hecho, quizás la pintura, que pasa de lo real a lo simbólico, el trazo, pero el trazo no es la letra, es una cualidad de la letra.

 

Las letras como efecto de un discurso caen, se reinscriben del significante a la letra una y otra vez. Estas letras se desprenden del discurso, se escriben desde el discurso, aunque pueden ser las mismas materialmente que las fonéticas de la materialidad del signficante, ya no tienen la misma función porque han pasado a estar constituidas por el rasgo escrito. Lacan dice que la letra desprendida de la rotura del signficante, en su dimension de semblante, para escribirse necesita un alfabeto, es decir, no forma sistema o batería como el significante. Un albafeto ya no es ni un sistema o batería, ni otro, es simplemente un  soporte para la escritura. Y proviene de un discurso. Einstein dice que de un discurso se desprenden letras (ruisseler).

 

Lacan avanza sobre esto y dice que rayamos lo real (ravinement), del significante al significado. Entonces dice que tratamos el significado con las letras que producimos con nuestros discursos, y por lo tanto no sabremos nada de lo real. El camino contrario del significado al significante es un camino también mediado por la letra que se denomina arrebato (ravissement). Algo de lo real se escribe en lo simbólico sobre el significado para poder pasar al signficante. Lo que se capta del concepto de escritura en Lacan no se refiere a la escritura ortográfica habitual, sino que tiene dos acepciones: una, la mediacion entre el significante y el significado, lo que escribe el inconsciente o se escribe en él; dos, el rayado en lo real.

 

La letra forma el soporte material del significante en lo hablado. Pero también es lo que permite que el significante se escriba en el organismo haciendo cuerpo. Pero nunca es algo en sí mismo. La letra permite el paso de uno al otro: de lo hablado a lo escrito. La letra como inter-medio, no es ni un principio ni un fin. La letra es el medio, un instrumento. Creo que esto es lo que ha costado entender a lo largo de los siglos. El instrumento que tiene el lenguaje es la letra… no se pasa directamente por el significante. Lo simbólico no actúa directamente, necesita  la letra para grabarse en el organismo.

 

En la teoría lacaniana no se trata del significante de la lingüística. Una vez escrito, después tal vez podrá pasar por la palabra. Al ser un significante podrá pasar por la palabra. Las energías físicas provenientes del goce del Otro si tocan al organismo dejan una marca. La marca podrá llegar a ser el significante Uno (S1), pero para ello en el medio estará la letra.

 

Primero es una cuestión física. Se deja una marca. Cuando es leída mediante el aparato de la letra, aquí tenemos el intermediario, para poderla leer se convierte en un significante posible, no es obligatorio. Y aquí se articulará en un discurso y del discurso podrá pasar por la palabra.

 

Lacan, en cambio, traduce “Betzeitung” por marca, tomado del modelo de lenguaje. Primero hay que saber qué es una marca, primero la percibes como una imagen, si no fuera por lo imaginario no verías la marca… Cuando lo imaginario te da a ver la marca, la marca se convierte en una huella… gracias al imaginario que te ayuda, de pronto tienes una huella. Todavía no estás en lo simbólico, es decir, lo imaginario, la buena forma, te la extrae para que captes que es una marca. Te extrae algo de lo real, por eso, sin el potente imaginario de lo humano no funcionaríamos. Una vez tenemos la huella, ahora es cuando hay que leerla, primero se trata de una lectura de la huella. Lees, luego la conviertes en un S1 (significante unario). La marca pasa a significante gracias a  la huella. De la huella sale el significante.

 

Aquí hemos tenido una herramienta para pasar de marca a huella y ahora para leerla, ésta será la fonetización. Es lo que hacen las madres, a veces, sin darse cuenta cuando dicen al niño “toca esto, toca aquello” y empiezan a deletrearle, le deletrean, entonces lo tenemos convertido en un significante. Hay uno, dos, tres pasos y dos intermediarios, por eso cuesta tanto de entender. Estas imágenes son muy potentes, en las escrituras europeas la imagen y la fonetización son más simples. La estructura de este imaginario y esta fonetización cambia si te la explica un chino o un japonés. Si no hubiera un alfabeto fonético en el mundo la madre no  podría enseñar a fonetizar las huellas. Cuando las fonetiza empieza la huella a pasar a lo simbólico y se convierte en significante cuando se articula con otro, si no se queda en signo. La primera teoría de Lacan es más sencilla: la huella la convierte en un signo. Si se articula con otro significante, se convierte en un significante que puede representar al sujeto para otro significante.  Una vez articulado con otro podrá hacer un discurso, dependiendo de cómo se articule tenemos un discurso.


Ahora veamos el camino inverso: una vez tienes un discurso, ¿cómo vuelves a lo real? Si tienes unos significantes que puedes trabajar con ellos, puedes hacer un discurso del cual se van a desprender fórmulas.

 

 

Real ® Marca ® + imagen = huella ® + fonematización con letras de la palabra® signo = lectura ® Relacionado con otro (S2) es un significante (S1)

 

S1 ® S2 tenemos el comienzo del discurso, bajo el $<>a ® se rompe un semblante y precipita una letra ® raya lo real y se convierte de nuevo en huella ® es una marca para quien no conoce la imagen.

 

Es como cuando hacen una radiografía. ¿Qué se ve?, nada. Llega otro individuo y encuentra de todo, le dices y esto de aquí, te dicen no, esto es una sombra inútil. ¿Por qué? Porque a él le han enseñado que los conceptos simbólicos tengan una imagen para saberlos encontrar. Los lee.

 

Repetición de los pasos:

-Algo marca, algo te marca. Pero uno no es consciente de la marca. No es perceptivo, o no obligatoriamente, algún tipo de cosas físicas las captan los sentidos pero otras no, el organismo lo recibe todo. Por ejemplo, los rayos ultravioleta: no tenemos un sensor de  ultravioletas, te puedes encontrar que luego te has quemado: Marca.

 

-La huella, gracias al registro imaginario, al paso por la imagen, hay toda una evolución y se convierte en

 

-Un signo. Una vez tiene un signo ¿qué quiere decir? Esto representa algo para alguien.

 

-Una vez tiene este signo, lo pone en relación con otros como puro significante y qué se hace; por ejemplo la química, el discurso de la química.

 

-Cuando un discurso rompe un significante en su dimensión de semblante (hace aparecer algo) se precipitan letras. Por ejemplo la M al romper el significante-semblante masa.

 

-Precipita letras. Con esas letras se vuelve a marcar lo real.

 

 

Lacan dijo que el discurso estaba hecho de cuatro letras, si no son estas serán otras. Pero de pronto dijo, todo está hecho de 4 letras. El matema, como precipitado desde un discurso,  es la letrificación de los significantes producidos con dicho discurso. Y entonces, si se letrifican  se puede  decir que una letra es igual a otra.


El significante si dices que es igual a otro ya te lo has cargado, no funciona, porque es la diferencia con otro. La física dice: en todos los cuerpos hay una cosa que se llama masa y todo está formado por masa… Para un físico lo que importa, en principio, es cuánta masa tiene, porque en función de la masa y de la fuerza que se le aporte cogerá la velocidad que coja. No depende de la forma, no depende del color del que está hecho, depende solo de su masa, y esta en la fórmula es un significante letrificado, por eso una masa puede ser igual, o desigual,  a otra.  El sujeto tiene que hacer lo mismo, coge unos significantes con su discurso y los letrifica. Son los elementos (las letras) con los que mueve su vida.  La letra es igual a otra y el significante es la diferencia con otro. No hay dos significantes iguales.

 

 

Si un significante es la diferencia con otro no puedes hacer igualaciones… si no fuera por las letras no se hubiera podido construir. Es decir, ese juego con el significante de cortar, pegar y hacer bricolaje se tiene que hacer aprovechando los elementos comunes de igualdad que son las letras con los que están construidos… todo significante puede ser recortado. Por la letra se introduce el axioma identidad: algo es igual a algo. Por la letra que le adjudicas dices esto es igual a esto, o para mí, será igual… Tú lo haces igual, nada es igual a nada en sí mismo.

 

La letra en el álgebra y la letra en la teoría de los conjuntos

 

La primera está ligada a la escritura que se deriva del discurso matemático, la escritura que proviene del significante crea unas letras  que retrospectivamente letrifican el significante para hacerlo dócil para la ciencia: el álgebra que  letrifica todo lo posible y que es el ideal de la ciencia.

 

En la teoría de los conjuntos las letras que designan los conjuntos, y que son los conjuntos mismos, nos permiten trabajar el espacio del goce por pedazos y no como significantes. Cada letra es un posible subconjunto de él. Si intentamos dar cuenta del goce que introduce el significante siempre tendremos un goce in-atrapable (del significante al significado) o un plus (si vamos del significado al significante) que será una letra que se escribió primero desde lo real. Letra que debe formar parte de la nominación del sujeto empotrada en el significante que la significa, empotrada entre las otras letras con las que se ha construido  dicho significante.

 

 

Los registros
Imaginario: imágenes incluso de ideas
Simbólico: significantes
Real: imposible, leer y escribir marcas

 

 Primer paso:

La marca, como un cráter lunar, no significa nada, y de hecho no existe en principio. Es necesario el registro imaginario que le da en un primer momento una forma, es decir, la convierte en una imagen. Tenemos entonces la huella: marca + imagen. (La huella de Robinson Crusoe). Gracias a lo imaginario, el surco que hay en lo real es ‘detectado’. La huella es la imaginarización de la marca (iR).

 

Segundo paso:
La lectura de la huella. Eso solo puede hacerse desde un discurso concreto, porque por sí misma no es ni significa nada. Para leer las huellas es necesaria la cadena significante. Es en ella como puede la huella ‘representar al sujeto para otro significante’, aquí la huella ha pasado a ser significante, un Uno. Su soporte material viene de lo simbólico, de la estructura del lenguaje, la fonematización de la huella. Esa fonematización utiliza las letras soportes materiales del significante. Tenemos así grabado en el cuerpo de goce un significante que puede pasar del piso del significado al del significante produciendo ‘el arrebato’ (ravissement) propio de este paso.   


Tercer paso:
Desde este discurso construido con significantes se precipitan letras. Supongamos que el significante en su dimensión de semblante se rompe y chorrea sobre el significado. Cuando Pollock abandona el pincel y la paleta rompe el semblante trazar, y mediante una metonimia fantástica aparece el significante chorrear. De lo literal al litoral, hace que la pintura, como  realización, empiece a constituirse en un nuevo alfabeto sobre la tela. Él le va dando dimensión de pintura, da forma a las letras que van surgiendo, ‘su alfabeto’, son huellas. Están imaginarizadas, sobre la tela no dejan de ser marcas sobre ella. 

 

 

La obra de Annette Messager

   

Habiendo hecho un pequeño recorrido sobre los conceptos teóricos que nos permiten entender este mecanismo de ida y vuelta de la letra, de la imagen al discurso y del discurso a la imagen como materia del significante o como forma de la marca, intentaremos adentrarnos en la obra de Annette Messager:la pérdida del objeto cosa y el paso al objeto letra. Las modalidades de la letra: La letra de lo real a lo simbólico, la letra de lo simbólico a lo real. La letra como materialidad del significante, la letra como huella en su vertiente imaginaria. La letra que se desprende de un discurso.

 

La escritura, modo de empleo
Qué dice Marie-Laure Bernadac al respecto:

 

“La escritura, el lenguaje, los textos y las palabras son de gran importancia en la obra de Annette Messager. Atraviesan el conjunto de su trabajo de formas diversas, y son,  a la vez, fuente de creación visual y creación autónoma paralela. La manipulación de la escritura forma parte integrante del trabajo plástico que ella sustenta y anima.

Desde los primeros álbumes-colecciones de los años 70 a las grandes palabras esculpidas de los 90 la escritura se manifiesta bajo formas y empleos múltiples, que exploran diferentes géneros y métodos: el diario íntimo que se encuentra principalmente en los primeros álbumes-colecciones; el texto extraído de la prensa; la recopilación de textos; el trabajo sobre la letra y la caligrafía; las cartografías de paisajes y de cuerpos, la repetición de una palabra, escrita sobre papel o directamente sobre el muro; las palabras esculpidas; los juegos de palabras aparecen en los títulos de sus exposiciones o más recientemente en un libro para niños.

Estos  diversos procesos, además de la estética de lo banal y de lo cotidiano, dan nacimiento a los textos inclasificables, a medio camino entre la literatura de hechos diversos, la roman-photo, el espíritu del dadaísmo y del surrealismo y las máximas poéticas a uso personal. El recurso frecuente a la repetición confiere igualmente a la escritura manuscrita un valor de exorcismo. La escritura  para Annette Messeger es una práctica como la costura, “la aguja es a la mujer como la pluma es al escritor”, pues realiza una función de aplacamiento, tranquilizadora. Es, en definitiva, y también, un paliativo a la imposibilidad de la representación.”

Intentaremos hacer un recorrido, no exhaustivo y no cronológico, sobre este proceso que va de la cartografía del cuerpo al cuerpo de la letra, pasando por la palabra y el discurso.

 

Cartographies


“Este gusto de AM sobre la topografía se encuentra en las diversas obras consagradas a los órganos del cuerpo humano. AM toma el cuerpo exterior (la piel) y el interior (los órganos) por un libro abierto a describir. No hay diferencia para ella entre el cuerpo interior y el exterior. Explora los meandros y las funciones del cuerpo con precisión y humor, cuenta historias y les da nombres. Las diferentes funciones son diseñadas sobre distintos soportes.”


Es una manera particular de poner escritura a lo imposible de representar de lo real, del organismo. Como si de una escritura a la letra se tratara, sin significación ninguna, sin interpretación  ninguna. Ante un momento actual de la ciencia 'que todo se ve' por las nuevas tecnologías, AM utiliza la escritura como un modo singular de 'ver' el cuerpo, de dar forma  mediante la imagen y la letra.

 

Ahora lo hace sobre el cuerpo exterior:

 

Lo que sucede en el interior es escrito en el exterior, en la piel de su propio cuerpo, no se trata de una perfomance, de una acción con/sobre el cuerpo, se trata de una escritura que deja huellas en el cuerpo, marcas de algo vivido en lo real que ha dejado huella/imagen que es necesario simbolizar.

 

El cuerpo hace de soporte a dichas huellas. No se trata de una operación sobre lo real del organismo, sino que se trata de una operación de escritura de las huellas que ha dejado dicha operación primera; no se trata de mostrar una herida en el cuerpo, sino de hacer ver que ha dejado una huella escrita en el cuerpo, a modo de letra. No se trata de un discurso, el discurso materno, sino de cómo se sale de él mediante una escritura sobre dicha operación. No es poner el cuerpo para la serie de maternidades, sino poner el cuerpo a una escritura sobre ello.   


Los álbumes-collecciones

 

“Los álbumes-colecciones pertenecen a diversos registros: el diario íntimo, el álbum de fotografía y los libros de recetas. A pesar de la variedad de sus modelos, forman un conjunto que constituye el día a día de una joven mujer que podría ser Annette Messager. Los títulos, que suelen ir precedidos de pronombres posesivos, así como la inserción en ciertos álbumes de  los personajes de la artista y de la datación precisa de esos textos, afirman su  carácter autobiográfico. Pero, al mismo tiempo, se envuelve de ficción, de la línea imaginaria de una joven mujer que no es Annette Messager, sino un arquetipo, un cliché de la mujer de los años sesenta.”

 

 

 

          

 

Les approches, 1972                                       
Les hommes que j'aime, Les hommes que je n'aime pas, 1972       

 

 

“Entre 1972 y 1974, Messager realiza más de sesenta álbumes, algunos de ellos existen en más de un ejemplar. Por otra parte, es difícil hacer la distinción entre un álbum concluido  (las imágenes adheridas con relieves y bien encuadradas) y un álbum en proceso (fotos de periódico sueltas y las láminas no encuadradas).”

 

Es como si se trata de una escritura en proceso, de una escritura abierta. De una escritura entre letra e imagen: fotografías, recortes de prensa y pequeños textos al pie, pequeñas reflexiones, etc.

 

De la misma manera que lee el cuerpo, su cuerpo, por fuera y por dentro, como una  topografía, donde el adentro y el afuera están en continuidad por su escritura, la misma letra puede estar en el hígado y en la piel. AM escribe sobre sus historias con los hombres, sobre sus historias sentimentales: los clasifica, los ordena, los colecciona, como si se tratara de un alfabeto, de un repertorio de letras. No se trata de una narración a la usanza amorosa, se trata meramente de una sucesión, son signos de un recorrido, que no dejan significación ninguna, que no pretenden construir un discurso sobre la sexualidad femenina, por ejemplo, o un discurso sobre el amor, es meramente mostrarnos una sucesión de imágenes a la letra. Cada imagen puede estar ocupando el lugar de una letra, o cada letra puede tener esa imagen, no se trata de la imagen significante, de la imagen que nos quiere decir algo, sino de la imagen a la letra, que solo nos dice por su forma, por su disposición, sin contenido alguno. De allí que tiene valor en sí misma, pero también tiene valor como 'colección', como álbum, de allí los múltiples álbumes que escribe con el mismo tema: Los hombres que he amado, Los hombres que no he amado y los hombres que he amado... y así muchos más.

  Lo cotidiano se hace a la letra

 

Si es cierto, mejor dicho habitual, que para un tipo determinado de mujeres lo cotidiano se hace a la letra, recetas, diarios, agendas, mensajes, correos, etc., aquí vemos que forma parte del mismo proceso: cada receta, cada nota de costura o mensaje cotidiano será reescrito en un álbum, coleccionado, sin buena letra. Justamente cada elemento es tomado como una letra singular, en su singularidad a la letra, parece descuidado, dejado al azar, pero no es así, cada uno es tomado por su valor en sí, sin intentar homogeneizar, sin intentar dar sentido, sin intentar editar o pasar por la impresión. Están tomados en su materialidad pura, como imagen y como letra ídem a las demás colecciones, toda marca, todo signo, toda nota al margen o al pie, es dejado en su lugar de procedencia. La letra no hace serie, mediante la falta, la letra hace alfabeto... una luego de la otra sin sentido ninguno, sin intención de discurso.

  

De pronto la letra tiene materialidad: muestras de lanas para tejer, sobres manuscritos de cartas recibidas, títulos o subtítulos adheridos en papel diferente al soporte del album, minitextos escritos como referencias, letras adheridas para dar un orden a los colores, etc. No se trata de la lectura de una narración, se trata de leer a la letra... de un leer/ver: ver el color del sobre, el rasgado a la derecha, de los sellos arriba/derecha, o intentar leer el destinatario o el remitente. No se trata de una historia de la vida cotidiana, sino de los signos de esa vida cotidiana.

 

  Este recorrido que va de la materialidad de la letra, a la letra como mensaje, nos lleva a los álbumes que ella denomina 'Mis colecciones de proverbios': ahora la letra tiene su valor de mensaje. Si por un lado todavía mantiene su valor imagen, ahora azul, ahora rojo, ahora a la izquierda, ahora a la derecha, empuja a ser leída: producen una acción, pro-verbio, pasar de una a otra. Incluso el soporte es doble, la hoja del album y la hoja donde se escriben, dejan marcas en la materialidad del papel, no intenta pasar desapercibido, el soporte matérico tiene un soporte visual.

De la letra a la imagen, alfabetos y caligramas

 
“En 1988 realiza Mes Enluminures, un libro que contiene todas las letras del alfabeto, como las letras de los manuscritos de la Edad Media, son figuradas por los personajes grotescos que recuerdan a los monstruos de Chimères (1982-84). A cada letra del alfabeto le corresponde un adjetivo, así como un detalle. Estas letras diseñadas revelan su interés por la caligrafía y por el abecedario.” 

 
¿De dónde surge este  goce por la letra? La letra va a ocupar el lugar del nombre, la letra va a ocupar el lugar del significante. Según Lacan, la mujer está representada por una letra y no toda por un significante como el hombre. De allí está pasión por la letra en las mujeres, en los bordados, en el punto de cruz, en el cuello de las camisas, en el borde de toallas y sábanas, en los prendedores, y en miles de detalles de su vestimenta y vida cotidiana. AM se ha ido desprendiendo de los objetos, de las fotografías, de los recortes, de restos de mensajes  para quedarse solo con la letra en tanto materialidad visual. El cuerpo de la letra, la caligrafía. Si una mujer puede tomar una letra 'guapa' al pie de la letra, o 'gorda' la hace sufrir a la letra, también puede tomar a la letra como su modo de goce: ð.


Palabras diseñadas, diseño de palabras
Las palabras

 

“AM establece regularmente las listas de palabras, a un tiempo los sentimientos, a otro las sensaciones, de las que se servirá para sus obras plásticas: protección, humillación, obligación, celos, promesa, tentación. Estos pertenecen a diferentes formas. Todos están escritos sobre las fotografías de fragmentos de cuerpos. Es la serie de Mis trofeos (1986-88); deseo, angustia, están sobre los párpados o la boca, una frase enigmática, Que celui qui se souille se soville encore, sobre un extremo del pecho (esta frase extraída de la Biblia  significa que no debe tener miedo de su vergüenza). En 1988 escribe estas palabras: refugio, secreto, promesa… con mechones de pelo de caballo que son encuadrados y suspendidos.”

 

Es una vuelta entera al cuerpo femenino, al principio lo vimos como un cuerpo anatómico, nombrar lo que es imposible de ver mediante la letra, como si se tratara de una escritura imaginaria, para pasar por las pequeñas historias cotidianas, los diarios personales, los dietarios o las agendas, para desprenderla de toda significación, la letra adquiere cuerpo propio. Y con ella reescribir el cuerpo femenino, ahora en el espacio del museo, ahora en la pared del museo mediante imágenes y letras. Ahora el cuerpo estará representado por las vestimentas, vestimentas reales, ahora se trata de escribir el cuerpo femenino no desde lo orgánico, no sobre lo orgánico, sino con los vestidos que le han hecho de semblantes, el semblante adquiere valor de escritura.

 

Para concluir:

Aquí se trata de una escritura con la materia, llegar a construir signos con materiales, en este caso plumas. Recurre nuevamente al hacer cotidiano de ciertas mujeres, desplumar aves para su cocina, y usar las plumas como restos para realizar una escritura de signos. Remite a algunas marcas primitivas, remite incluso a abalorios de uso femenino... huellas de un tiempo perdido... huellas que se han perdido y sobre las que se produce una nueva escritura.  

 

Alberto Caballero
acaballero@geifco.org