De la imagen como representación a la letra como escritura
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Siguiendo con la serie escritos latinoamericanos, dedicada a los artículos que he presentado en diversas entidades de Latinoamérica entre 2005 y 2008, ofrecemos en este número la segunda parte del texto extraído de las conferencias dictadas en la AAVIV, Asociación de Artistas Visuales Independientes de Varela (Florencio Varela, Buenos Aires), entre 2006 y 2008, continuación del artículo presentado en el anterior número de Escáner Cultural.
Seminario de Buenos Aires
lo perfomático, lo visual y su escritura
segunda parte
De la imagen como representación a la letra como escritura
(José Roberto Sechi, Nicolás Spinosa, Lido Rico y Javier Sobrino)
Introducción
En la primera parte trabajamos las operaciones que van ‘De la imagen como representación a la perfomance como imagen’ y los tres momentos particulares:la imagen, la marca, la letra. En esta segunda parte trabajaremos las operaciones que llevan de la representación (como registro imaginario) a la escritura (como registro real).
¿Qué lleva al artista a dejar la imagen como su representación fundamental, a estar representado por la imagen? ¿Qué lleva al artista a dejar de operar con la representación para pasar a operar con la escritura, en el registro de lo real? Se trata del salto que va de ‘las bellas artes’ a las ‘artes visuales’, de una representación de lo imposible para pasar a lo imposible de escribir. Es por esta operación que las artes antes clasificadas y separadas, ahora puedan estar integradas e incluidas, la música y la literatura, el video y la perfomance, la escultura y la instalación, etc. Todas y cada una, todas en una, son modalidades de la escritura.
Primero revisaremos conceptos como marca, huella, algo de lo real que no se ha convertido en significante, que no se puede simbolizar. Pero también algo que no se puede imaginarizar, que no se ha convertido en imagen. ¿Qué es este resto que no se puede simbolizar ni imaginarizar: la letra. O sea, la letra tiene una parte imaginaria, imposible de imaginarizar, y una parte simbólica imposible de simbolizar.
La letra no opera con la representación ni con la palabra, opera con la escritura.
De Aristóteles a Lacan, cuatro son las modalidades de la escritura: lo necesario, lo posible, lo contingente y lo imposible; con sus características particulares. ¿Que resto de las antiguas operaciones de simbolización e imaginarización llevan a estas otras de no-cesa-de-escribirse, o al contrario no-cesa-de-no escribirse? ¿Qué lleva a los artistas a elegir una u otra modalidad?
Primero revisaremos algunos ejemplos significativos como son los de Rebecca Horn en Inscription du corp de 1998, Costuras del Corazón, Gina Pane en Cuerpo/Inscripciones, Laure 1978. O, las obras de Sophie Calle ‘Escribir con Imágenes/Imágenes que tienen escritura’ Filatures parisiennes 1978-1979.
Las modalidades de escribir la imagen ‘con el cuerpo’ particular de Nicolás Spinosa, artista argentino residente en Barcelona, son significativas para el paso de una escritura en el cuerpo a una escritura con el cuerpo, y de Lido Rico artista murciano que trabaja con el cuerpo como molde de una nueva escritura de la imagen. En ‘Formulario Continuo’ José Roberto Sechi, cierra este conjunto, antepone la escritura, de manera continua al movimiento de la perfomance, es la escritura que registra de alguna manera el movimiento de la perfomance, y todo ello por la cámara de video, o sea, se trata de un doble registro, de la entrada de lo virtual.
Pero es en la obra de Javier Sobrino donde encontramos esto con mayor claridad; todo el tiempo se trata de una escritura, de una escritura con la imagen, de una escritura con la letra, de una escritura con la acción, de una escritura con el objeto, algo no-cesa-de-no-escribirse. Algo se escribe pero no termina de escribirse, no se escribe. Se trata de un reflejo, de una sombra, ante –ya podemos decirlo- el antiguo registro de presencia de la perfomance, del cuerpo del artista, de la consistencia de esa imagen en tanto presente, pero efímera a la vez, ahora se trata de una mera sombra de eso, de un reflejo inconsistente, un llamado al ‘cuerpo’ de la letra, al trazo. Cuerpo y texto en una sola escena, el cuerpo como un trazo mayor, la letra en su cuerpo menor, cuerpo y trazo sinónimos de la letra, se conjugan para producir un texto fragmentado, entre imagen y letra, no termina de ser imagen, no llega a ser texto.
segunda parte
De la imagen como representación a la letra como escritura
(José Roberto Sechi, Nicolás Spinosa, Lido Rico y Javier Sobrino)
¿Qué lleva al artista a dejar la imagen como su representa- ción fundamental, a estar representado por la imagen?
Esta es una pregunta fundamental para entender el proceso, parte de la respuesta la podemos encontrar en la primera parte.
Algunas de las variables principales son: deja la segunda dimensión de la pantalla para pasar a la tercera dimensión de su propio cuerpo, su cuerpo como pantalla de tres dimensiones. Deja la imagen del Otro como representación, la modelo, el objeto, hasta aquí la obra representaba al artista, sabemos de Veermer por sus cuadros, para pasar a estar representado por su propia imagen, la imagen de su cuerpo. El sujeto y el objeto pasan a ser lo mismo, en presencia, esta es una cuestión absolutamente nueva. La imagen representaba al artista por su ausencia, ahora la imagen de su cuerpo lo representa en tanto presencia. Esto tiene consecuencias sobre la constitución del sujeto, ante el sujeto de la modernidad representado por sus significantes, significante sostenidos por un lado por la imagen y por otro por su materialidad, ahora se trata de la primacía de la imagen. Con esto las operaciones cambian…ya no se trata de un acto del sujeto, la palabra y el acto como lo mismo, sino se trata de acciones, la acción y la imagen como lo mismo.
La imagen se ha desprendido de ser meramente soporte del significante, y ha cobrado autonomía propia. Se trata de una imagen sin referencia significante…no es una imagen que sostiene una narración, o ilustración de un texto, o representación de una historia o un personaje histórico, es una imagen desprendida de toda significación. La imagen ahora está en relación directa con lo real, mediada o no por lo simbólico, sus operaciones son otras: si viene de lo real, se trata de una imaginarización, si viene de lo imaginario se trata de una realización. La imagen y su soporte material se han desprendido, accionan independientemente, o sea podemos tener una imagen sin soporte material, la luz, el brillo, la sombra, y un soporte material sin imagen, se trata de trabajar con la materia misma, rocas, leños, arena, incluso restos del cuerpo, como pelos, saliva, uñas, semen, sangre, etc. Esto produce una imagen sin contenido simbólico y una materia sin la forma de la imagen.
¿Qué lleva al artista a dejar de operar con la representación para pasar a operar con la escritura, en el registro de lo real?
Este proceso ha dejado al artista sin su operador fundamental que era la representación, sin su dominio fundador que era el imaginario. Entonces tiene varios caminos , retornar a lo simbólico desde la palabra: conferencias, escritos, reflexiones, seminarios, debates, etc ; o dar el paso a lo visual, con el registro fotográfico, con el video, virtualizando o informatizando lo visual por su paso por lo simbólico…aquí lo más importante es el registro, el archivo, el dato…la información. En cualquiera de los casos es un retorno a lo simbólico, ya sea desde lo real o desde lo imaginario.
Se trata del salto que va de ‘las bellas artes’ a las ‘artes visuales’, de una representación de lo imposible para pasar a lo imposible de escribir. Es por esta operación que las artes antes clasificadas y separadas, ahora puedan estar integradas e incluidas, la música y la literatura, el video y la perfomance, la escultura y la instalación, etc. Todas y cada una, todas en una, son modalidades de la escritura.
Manifesta 7 (www.manifesta7.it) se articula en tres exposiciones independientes, Principal Hope, una exposición que se centra en la cartografía y el análisis de la ecología cultural y política del espacio y su carácter público a través de la obra de los artistas; The Sould, un proyecto que propone examinar la Europa actual no como una entidad geopolítica en expansión, sino desde el punto de vista de su psique o su alma, a través de las obras de unos 30 artistas, arlticuladas como museos en miniatura, que plasman narraciones alternativas sobre este tema. Por otro lado todos los comisarios colaboran en Scenarios, se trata de una muestra inmaterial, donde las piezas son sustituidas por textos escritos por autores, que los visitantes escuchan mientras pasean por la ciudadela fortificada.
Fórum Permanente: Museus de Arte; entre o público e o privado, o Museu de Arte Moderna de São Paulo e o Goethe-Institut São Paulo, convidam a todos para o debate com Carmen Mörsch, coordenadora do projeto educativo da Documenta 12.
Pela primeira vez, a educação desempenhou um papel fundamental em uma Documenta. Carmen Mörsch irá apresentar quatro diferentes funções da educação em museus e galerias de arte e irá discutir o conceito do programa educativo da Documenta 12 a partir desta perspectiva. A questão da participação significativa de audiências locais assim como as possibilidades de conceber a educação como uma prática crítica dentro de um evento internacional de arte de enorme escala serão abordadas. Na sequência, Carmen irá responder a perguntas formuladas por Stela Barbieri, Mila Chiovatto e Luciana Pasqualucci, coordenadoras dos setores educativos do Instituto Tomie Ohtake, da Pinacoteca do Estado e do MAM, respectivamente. O debate será mediado por Martin Grossmann, coordenador do Fórum Permanente e diretor do Centro Cultural São Paulo.
En el curso de una reorientación del enfoque de la Bienal de San Pablo, la edición de este año no incluye representaciones nacionales. La selección de los 119 participantes de todo el mundo estuvo a cargo exclusivamente de la directora artística Lisette Lagnado y su equipo de curadores, Adriano Pedrosa, Cristina Freire, José Roca y Rosa Martínez, junto a Jochen Volz como curador invitado.
El lema de esta Bienal, "Cómo vivir juntos", es una adaptación del título de una serie de conferencias, que Roland Barthes dio entre 1976 y 1977 en el Collège de France. El énfasis conceptual se halla en la construcción de espacios comunes, el cuestionamiento de la coexistencia, la diferencia, los ritmos de producción y prácticas cooperativas, así como otros aspectos relacionados con la definición ética de la convivencia.
La 27ª Bienal de San Pablo se propone incorporar además dos líneas de pensamiento desarrolladas por Hélio Oiticica (1937-1980): el significado de la "construcción" sobre la base de una experimentación neo-concreta y un "adiós a la estética". En la exposición, estas dos direcciones se traducirán en "proyectos constructivos" y "programas de vida".
La 27ª Bienal de San Pablo es un evento multifacético que ofrece, junto a la exposición central, programas de residencia artística, proyecciones de cine, seminarios (de enero a septiembre), publicaciones y un proyecto educativoLa 27ª Bienal de San Pablo es un evento multifacético que ofrece, junto a la exposición central, programas de residencia artística, proyecciones de cine, seminarios (de enero a septiembre), publicaciones y un proyecto educativo.
Recordemos los registros y los elementos: lo simbólico mediante la palabra (el significante), lo imaginario mediante la imagen, lo real mediante la letra.
Ya sea que tome el camino de la palabra (el significante) o el camino de la información (la data) del registro, el artista ha dejado la representación vacía, ha dejado un espacio vacío de representación. Ahora se ocupará de ese espacio vacío, vacío que no puede llenar de representaciones, es el ultimo resto de lo imaginario que sigue operando: el espacio. El espacio en blanco, se asemeja mucho a una hoja en blanco, a una pantalla en blanco, pero ahora sin moverse desde lo real el artista intentará hacer algo con lo simbólico y con lo imaginario, y para hacerlo recurre a la letra, como el objeto fundamental y a la escritura como su operador fundamental. El espacio, la escritura y la letra será de aquí en más las cuestiones a tratar.
El espacio ya no es más el espacio de la representación, el espacio producto de las operaciones perceptivas, de la perspectiva, de la geometría, no se trata de representar la tercera dimensión en una superficie de dos dimensiones. Se trata de un espacio para la escritura, un espacio para ser leído, no para ser visto, para ser escrito o no.
La escritura, lo escrito no es el ‘lenguaje’ es un efecto del lenguaje. Del discurso (de la ciencia) se desprende ‘una escritura’ (literaterre) se trata de un goteo de letras, entre lo real y lo simbólico. Partimos del predicado ‘escrito’ y su negación ‘no escrito’, que son el paso de lo real o no a lo simbólico, el predicado pasa o no pasa.
La juntura entre lo simbólico y lo real tiene en Lacan un intermediario: la letra. Esta es lo máximo que lo simbólico puede captar de lo real entes de que se convierta, si es el caso, en un significante. A la inversa, de un discurso simbólico se desprenden letras que marcaran (ravinement) lo real en las operaciones de significación.
Las operaciones del significante sobre el significado (significación) y del significado sobre el significante (simbolización), mediadas por la letra (goteo y arrebato). Esto supone situar entre el significante y el significado dos pasos intermedios: en la significación, un discurso, y sus efectos de escritura, y en la simbolización, una legibilidad y una topología,
Legible: no leer signos, sino marcas, hacer legibles las marcas.
¿qué es la denotación?
Denotación = significación =vedeutung freudiana
Denotación de un real, deja surcos marcas en lo real, sin ningun sentido, letra + acción
Se trata solo de 1 > 0
Se trata del borrado de la marca para que se convierta en significante, pero sin ser signo.
¨ no tiene porque ser un signo primero, puede marcar lo Real, ya que nunca fue un signo.
© para saber del Otro, va en dirección contraria
La marca, huella, es algo de lo real que no se ha convertido en significante, que no se puede simbolizar. Pero también algo que no se puede imaginarizar, que no se ha convertido en imagen. ¿Qué es este resto que no se puede simbolizar ni imaginarizar: la letra. O sea, la letra tiene una parte imaginaria, imposible de imaginarizar, y una parte simbólica imposible de simbolizar. La letra no opera con la representación ni con la palabra, opera con la escritura.
Entre lo simbólico y lo real no hay isomorfía, dado un significante, o una marca que pueda devenir letra y quizás significante, produce ipso facto un real exterior. De ahí la repetición que intenta atrapar dicho real, pero solo ‘lo envuelve’. Dicho real podrá estar representado por otro tipo de letras, los objetos. ‘Ríen’ y ‘le néant’, le ríen es un significante y le néant puede representarse por un objeto a.
De Aristóteles a Lacan, cuatro son las modalidades de la escritura: lo necesario, lo posible, lo contingente y lo imposible; con sus características particulares. ¿Que resto de las antiguas operaciones de simbolización e imaginarización llevan a estas otras de no-cesa-de-escribirse, o al contrario no-cesa-de-no escribirse? ¿Qué lleva a los artistas a elegir una u otra modalidad?
necesario = no cesa de escribirse (el síntoma) universal
posible = cesa de escribirse (ha pasado a ser significación) S(%) existente
Contingente = cesa de no escribirse ( ) no-todo
Imposible = no cesa de no escribirse (la relación sexual RS)
vacío
También se puede decir así:
Es necesario que se escriba = seguro que se escribe
Es posible que se escriba = no es necesario que no se escriba
Es contingente que se escriba = no es necesario que no se escriba o
no es necesario que se escriba.Es imposible que se escriba = es necesario que no se escriba.
Tenemos dos tipos de oposiciones
cesa o no-cesa
se escribe o no-se-escribe
Partimos del predicado ‘escrito’ y su negación ‘no escrito’, que son el paso de lo real o no a lo simbólico, el predicado pasa o no pasa.
Es necesario que se escriba = seguro que se escribe
No cesa de escribirse
Es posible que se escriba = no es necesario que no se escriba
Cesa de escribirse
Es contingente que se escriba = no es necesario que no se escriba y
no es necesario que se escriba. Cesa de no escribirse
Es imposible que se escriba = es necesario que no se escriba
No cesa de no escribirse
Teniendo en cuenta estas tres cuestiones: un espacio no.perceptivo, un operador que es la escritura, y un objeto que es la letra, veremos las obras de algunos artistas que han trabajado en este sentido.
Primero revisaremos algunos ejemplos significativos como son los de Rebecca Horn en Inscription du corp de 1998, Costuras del Corazón, Gina Pane en Cuerpo/Inscripciones, Laure 1978. O, las obras de Sophie Calle ‘Escribir con Imágenes/Imágenes que tienen escritura’ Filatures parisiennes 1978-1979 .
¿Qué buscan estas artistas? ¿Qué sucede que la imagen ya no es suficiente para dar cuenta de lo que quieren decir? Ya no se trata de lo que quieran representar sino de lo que quieren decir. Ya hemos visto en otro lugar que la caída de la representación trajo como consecuencia su fragmentación, entra en conflicto la representación y la narración, una del lado de lo imaginario y otra del lado de lo simbólico…y justamente se trata de un conflicto de tratamiento de lo real. De lo imposible de tratar, de lo imposible de representar pero también de narrar. Y es allí donde se van a colocar estas artistas entre los 80’ y los 90’, ya sean fragmentos de imágenes o fragmentos de narraciones, tienen en común la letra, hacen de soporte material de la letra. Puede ser una inscripción en su propio cuerpo como Gina Pane, o con su cuerpo como Rebeca Horn, o con restos propio de la obra de Sophie Calle, ya sea como marca, como trazo, como huella, se trata de modalidades diferentes de la letra.
Las modalidades de escribir la imagen ‘con el cuerpo’ particular de Nicolás Spinosa, artista argentino residente en Barcelona, son significativas para el paso de una escritura en el cuerpo a una escritura con el cuerpo, y de Lido Rico artista murciano que trabaja con el cuerpo como molde de una nueva escritura de la imagen. En ‘Formulario Continuo’ José Roberto Sechi, cierra este conjunto, antepone la escritura, de manera continua al movimiento de la perfomance, es la escritura que registra de alguna manera el movimiento de la perfomance, y todo ello por la cámara de video, o sea, se trata de un doble registro, con la consiguiente entrada de lo virtual.
Quizás sea retomar antiguas escrituras mediante la pintura, de las cavernas prehistóricas, mediante el vaciado en yeso, con los clásicos moldes, o ante la imposibilidad de decir de los primeros perfomáticos…la inscripción en ‘el espacio de la escena’, en todos los casos que ‘la acción’ como operador deje un resto, mediante la letra, un resto de inscripción, un resto de marcas…un resto de huellas de antiguos moldes, el cuerpo se desliga de antiguos moldes, de antiguas inscripciones, para intentar pasar al lugar de la palabra. Ese proceso evidentemente doloroso, a veces sangriento, significa un coste para los artistas, la pérdida de la antigua representación mediante la imagen…que se disuelve, se diluye, se quebraja, para dejar ver las marcas que deja a su paso.
Pero es en la obra de Javier Sobrino donde encontramos esto con mayor claridad; todo el tiempo se trata de una escritura, de una escritura con la imagen, de una escritura con la letra, de una escritura con la acción, de una escritura con el objeto, algo no-cesa-de-no-escribirse. Algo se escribe pero no termina de escribirse, no se escribe. Se trata de un reflejo, de una sombra, ante –ya podemos decirlo- el antiguo registro de presencia de la perfomance, del cuerpo del artista, de la consistencia de esa imagen en tanto presente, pero efímera a la vez, ahora se trata de una mera sombra de eso, de un reflejo inconsistente, un llamado al ‘cuerpo’ de la letra, al trazo. Cuerpo y texto en una sola escena, el cuerpo como un trazo mayor, la letra en su cuerpo menor, cuerpo y trazo sinónimos de la letra, se conjugan para producir un texto fragmentado, entre imagen y letra, no termina de ser imagen, no llega a ser texto.