Cuento
NIKOS PROGULAKIS - 212
Ricardo Castro
Nikos Progulakis, regresaba al lugar que lo olió al partir, con sentimientos renovados por la sicología de grandes vegetales, por tanto cielo austral, por tanta nube, gigantescos algodonales aéreos que sobrevolaban lentos en el infinito cielo azul. Llevaba dos años de viaje conociendo diversos sitios, parajes extraordinarios, sucesos perecederos, por tierra, por mar, cruzando ríos, subiendo volcanes con muchachos ebrios, aceptando invitaciones de comida, de bebidas, de afecto pasajero, inventando una vida de vagamundos en su segunda juventud.
Aquel dia decidió volver. Era la tercera hora de la mañana, el sol matutino comenzaba a calentar su frágil refugio, arregló sus pertenencias, acomodó su carpa, miro hacia todas direcciones y supo que era un momento perfecto para continuar su viaje, caminó el trecho que lo separaba de la carretera y se puso a esperar. A cada vehículo que hacia su aparición le indicaba el dedo pulgar o mostraba un pequeño letrero con pintadas letras que decía
-AL NORTE.
Pero no tuvo la suerte necesaria y los vehículos pasaban indiferentes en la cara dura de sus ocupantes, dejando una estela de viento y petróleo quemado. Así pasaron las horas, comiendo pequeñas raciones de alimento, arreglando su vestuario, pensando en porqué nadie se atrevía a detenerse y llevarlo. Nikos preguntó por el nombre del lugar en que se encontraba, con su acento de griego cansado.
Columa a cargo de Marcela Rosen
INSOMNIO DE DOS MUJERES
ADRIANA MONSALVE
LAS APARIENCIAS
RUBEN ECHEVERRIA
LAS APARIENCIAS
RUBEN ECHEVERRIA
Al tipo lo veía diariamente, cuando agotado volvía de mi trabajo después de una jornada de casi doce horas. Allí estaba, en un puesto de bebidas y golosinas en una esquina poco concurrida, mirando a la calle detrás del pequeño mostrador. A veces lo acompañaban algunos amigos, conversaban o se inclinaban sobre un tablero de damas mientras bebían una cerveza. Usaba el pelo largo y desgreñado, el rostro moreno y tosco. Comencé a odiar su figura, parecía burlarse de mí cuando contemplaba la existencia fácil de ése individuo que no se movía de su quiosco para ganarse la vida.
ARTE Y CULTURA
Desde Colombia, Isaías Peña Gutiérrez
Tamerlán
Dice en contraportada: "Esta novela muestra cómo, ante lo débil y escaso del poderío humano, se levanta orgullosa la memoria para recordarnos que nuestros días han sido ciertos, que hemos sido amados y que cada cual, a su manera, ha logrado forjar un imperio, ha construido con sus manos lo que había soñado". Esa es la historia de Timur, el llamado, en Occidente, Tamerlán, nombre que le da título a la primera novela del cuentista colombiano que hace algunos años ganara el Juan Rulfo, Enrique Serrano.
PEDRO MANUEL: UN NOMBRE QUE NACIO DEL OLVIDO
Columa a cargo de Marcela Rosen
Blequer Alarcón Silvera: Nació en el Distrito de Talavera de la Reyna, Provincia de Andahuaylas, Departemento de Apurímac, Perú. Estudiando en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, (Ingeniería de Minas), fue tomado preso en dos oportunidades. En la más larga llegó a estar en un Centro Penitenciario. El motivo: integrar la plantilla de un revista y el escribir cuentos y poemas de protesta. Continuó estudios universitarios en la Universidad Nacional de Educación "Enrique Guzmán y Valle" "La Cantuta", (Matemática-Física). Ejerciendo la profesión de profesor,(1983) lo apresan nuevamente y pierde: poemarios, cuentos y una novela .Las fuerzas de represión incineran estas sus obras. En 1995, fortuitamente encuentra manuscritos escondidos, logra publicar: "Y el camino no termina". Grupo de cuentos. Desde 1999 es invitado a múltiples encuentros de literatura.
OBRAS Editadas: "Y el camino no termina". Cuentos "Hacia el sur: sin rumbo". Poemas.
ADRIANA MONSALVE VARAS, CHILE. JUAN MAAL (SEBASTIÁN), COLOMBIANO EN REPÚBLICA DOMINICANA
Columa a cargo de Marcela Rosen
VALDIVIA, CIUDAD DEL SUR DE CHILE Y LA HISTORIA DE SU PRIMERA FÁBRICA DE CERVEZA
Adriana Monsalve
¡ Qué bueno fue llegar a Valdivia!
Como casi la mayoría de mis vacaciones, tomé los pasajes a
último momento. En verdad, la agencia de viajes lo consiguió
para mi como atención especial - eso me dijeron al menos-.
Como haya sido, partí de mi casa en el tiempo preciso antes de
empezar a morder todo el aire que me rodea y me rodeaba.
Valdivia es una bellísima ciudad fluvial al Sur de mi país. En su
costanera, invitan a navegar lanchas sencilla y otras de dos o
tres cubiertas.
Muy antigua, fundada en la segunda mitad de los años 1500,
le dieron ese nombre en homenaje a don Pedro de Valdivia,
conquistador de Chile.
Cuento
Columa a cargo de Marcela Rosen
Blequer Alarcón Silvera, Perú
Adriana Monsalve, Chile
MARGARITAS TAMBIEN HAY ROJAS
Blequer Alarcón Silvera
"Y retornará mi muerte, ganando distancia. Entonces seré
infinitamente dichoso, por haber amado a mí patria.
Habré descubierto la otra parte de mi vida:la que faltaba
encontrar".
B.V.A.S.
POCO ANTES
.- Dr. T., como abogado, sabe de todas las argucias de juicios e interrogatorios.
-. Claro Capitán, lo sé, pero lo que inquieta de sobremanera es querer comprobar como se halla el interior del reo de turno. Por eso nuestra misión es hacer que la verdad esté libre, para apresarlo.
-. En eso de dar sentencias somos yuntas, somos bancos donde se sientan las palabras lisonjeras o blasfemas.
-.Está equivocado, nosotros recibimos maldiciones, somos los culpables para que una idea en nacimiento muera.
-. Si le escuchan hablar tal como se está expresando, no tendríamos autoridad y todos los cerdos se vendrían sobre nosotros.
-. Eso cree, pero sus subordinados son los primeros en fomentar el descontento del pueblo y esto no es cumplir un deber.
-. Dr. Más parece estar hablando como los perros-comunistas.
Cuento
Columa a cargo de Marcela Rosen
Margarita Ferro, Uruguay
Juan Maal
Adriana Monsalve
Marisol Ortiz Elfeld, Chile
Secretos de Familia
Margarita Ferro
Montevideo-Uruguay
Mi abuela Pilar llegó a América en la bodega de un vapor, donde sus padres y hermanos mayores ocupaban la tercera clase. Viaje en sótanos malolientes, hacinamiento donde se comparten el sudor, las malas palabras y la esperanza entristecida de encontrar un mañana. La habían escondido allí junto a su hermano Domingo, para ahorrar los dos pasajes, que, de todos modos no hubieran podido pagar.
"Le gallet petit de bati s´en va
con la su azada s´en va travalhar..
su buena señora de manyar
le da
un plato de sopa
y un tupí de pá..."
DOS CUENTERAS
Columa a cargo de Ricardo Enrique Castro
EL NICO
Por: Marisol Ortiz Elfeldt
Mis viejos de nuevo están peleando. Mi papá llegó furioso de la oficina y agarró a mi mamá a garabatos porque según él la casa no estaba limpia. Yo, que he estado estudiando para los exámenes, la vi hacer el aseo y las camas; cocinar y lavar la ropa además de ordenar todo lo que dejan desordenado mis hermanos. Como soy el más callado y el que menos problemas doy, me quedo en mi pieza y ni se dan cuenta si estoy. Pero ahora, me siento realmente cansado. Mañana tengo el examen de física y no puedo concentrarme con todos los gritos y los portazos. Al escuchar los sollozos de mi mamá se me aprieta el pecho y me duele el estómago, quisiera ir y ayudarla pero la última vez mi viejo me pegó con la escoba y en el suelo me aturdió. Fue peor. Mi mamá salió en mi ayuda y él casi la mató a golpes. Ahora me quedo en la pieza mejor.
Nicolás deja el cuaderno sobre la cama y posa sus grandes y expresivos ojos castaños en la ventana. Afuera, el sol aún brilla y el viento mece las ramas de los árboles que se ven justo en ese lugar. Los gritos de su padre resuenan en sus oídos, y el llanto ahogado de su madre se cuela por las rendijas de su alma. Lágrimas suaves brotan de sus ojos en una faz inexpresiva, se diría que casi vacía. Vacía como siente su vida en esa inmensa soledad.
ARTE Y CULTURA
Desde Colombia, Isaías Peña Gutiérrez
Ensayos
América, 500 años de un nombre, el clásico libro entre ensayo e historia del maestro, ya desparecido, Germán Arciniegas, con el subtítulo de "Vida y época de Amerigo Vespucci" (Villegas Editores); Mis pintores, de Juan Gustavo Cobo Borda, desde Guillermo Wiedmann (1905-1969) hasta Lorenzo Jaramillo (1955-1992), pasando por grandes maestros como Alejandro Obregón, Juan Antonio roda, Omar Rayo, David Manzur, Fernando Botero, Sofía Urrutia, Beatriz González, Juan Cárdenas, Luis Caballero, Álvaro Barrios, Maripaz jaramillo, y Gustavo Zalamea (Villegas Editores); Finitud y sentido, de Julián Serna Arango (Universidad Tecnológica de Pereira).
ARTE Y CULTURA
Desde Colombia, Isaías Peña Gutiérrez
Libros de Navidad
Los libros de Benjamín Villegas Editores, son especiales para la época de Navidad, porque son casi de porcelana. Citamos tres de ellos para salir de una vez de los regalos de fin de año:
Historia del café de Guatemala, de Regina Wagner, con fotografía de Cristóbal von Rothkirch, y diseño y edición de Benjamín Villegas.
Silvia Tcherassi, con fotografía de Juan Carlos Obando, sobre la diseñadora de modas más importante de Colombia a nivel internacional.
Mejía Guinand, con textos de la crítica de arte Ana María Escallón, sobre el joven artista abstraccionista Francisco Mejía Guinand (Bogotá, 1964).
Columa a cargo de Ricardo Enrique Castro
CUENTOS DEL MÁS ACÁ
SAN MARTÍN
CON OCHO NORTE
Por: Marisol Ortiz Elfeldt
- Las mujeres se hacen demasiadas expectativas - la voz de un hombre suspiró. Se encontraba en la mesa de al lado. El humo de su cigarrillo se desvaneció en el aire mientras ella se sonrió por lo bajo. Estaba entretenida con la conversación que dos, al parecer compañeros de trabajo, tenían junto a sendas copas altas de boca ancha con finos cristales de sal que contenían esa mezcla acuosa de tequila y jugo de limón. Los había observado desde hacía un rato, al mismo tiempo que tenía vista a la mampara de vidrio que daba a la calle y por donde, en cualquier momento, llegaría quién esperaba. Se habían citado en ese lugar, cerca de la oficina de ella, lejos de la de él. Ella sabía que demoraría, por eso ya había pedido su margarita y picoteaba de un pequeño pocillo con nachos que untaba de cuando en cuando en otro recipiente que contenía una salsa a base de cebolla y tomate picado finito. Miró a su alrededor, la mayoría de las mesas estaban llenas de hombres y mujeres conversando, se sentía un parloteo como murmullo a veces interrumpido por el estruendo de algunas carcajadas varoniles.
Columa a cargo de Ricardo Enrique Castro
DESCUENTOS
"Espero que diciembre narrativo sea más fecundo, interesadas e interesados en participar. Puse estas dos narraciones en cien palabras cada una pues otros cuentistas no han, aún, aparecido, la próxima edición "diciembre cuentos-en breve" pudiera ser fenomenal. Con más la siguiente" adios.
RiCardo castro 1961
ENTIERRO
Las ideas le daban vueltas, temblaba. Un cosquilleo en la planta del pie
llenaba su cerebro. Quieto sobre la vereda giró el talón, se agachó,
presuroso tomó el billete, quiso levantarse, pero, apareció otro y otro,
cientos, miles millones. Las baldosas cedieron, la luna de la calle Lyon brilló
en la oscuridad del cielo.
CONFESIÓN DEL VIENTO
Desde Argentina: Luciano Carlos Cavido 2002
Cada vez que me sumerjo en el vaivén del canto de la mar, las gaviotas recelan mi suerte y me ignoran la existencia. Rechazando paradójicamente que soy yo; quien refresca y guía sus aleteos a través de ese desierto salado, quien reta (aunque en vano) al horizonte alcanzarlo algún día, quien le da el mayor significado a su condición, quien le otorga el más infinito de los caminos. Y nada me entristece tanto como la ruptura de ese complemento maravilloso, que los peces vivos y muertos me quitan al distraer y alegrar sus picos y estómagos, conviertiéndolas en sus buitres blancos.
Desde muy pequeñas me tienen. Quizás como un juguete más, invisible entre su plumaje y su dorso ceniciento. Pero siempre me han tenido. Sus chillidos, desapacibles para algunos, son para mí una halagadora compañía.
EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA
Por: Maria Magela Demarco
Como todos los primeros viernes de cada mes Armando había ido a rezar a la iglesia.
Se sentó en uno de los últimos bancos, como lo hacía siempre, para que nadie lo molestara y poder conversar tranquilo con Dios.
Por esa misma razón había dejado de ir los domingos: "Mucha gente.", pensaba para sí, mientras recordaba la última vez que había ido en esa fecha: no había terminado de salir el cura y su comitiva por la puerta de la iglesia, para despedir a sus feligreses, que la muchedumbre ya se encontraba abarrotada en aquella abertura, empujando para salir, como si en vez de estar en una iglesia se encontraran en una cancha, saliendo de algún recital. Aquella vez, después de pelearse con una anciana, quien estaba a los codazos limpios, sólo para lograr salir dos segundos antes que él y algunos otros que estaban a su alrededor, Armando había decidido que los días domingos no eran para él.
Miró hacia lo alto, en donde un Jesús de madera pendía crucificado. Cerró los ojos y en voz baja comenzó su oración:
ARTE Y CULTURA
Desde Colombia, Isaías Peña Gutiérrez
CONCURSO DE CUENTO
En el XVI Concurso Nacional de Cuento "Ciudad de Barrancabermeja" pueden participar los colombianos residentes dentro o fuera del país. Enviar un cuento que no exceda las 20 páginas, a doble espacio, tamaño carta, cuatro copias, con seudónimo y en sobre aparte adjunto los datos del autor, con fotocopia del documento de identidad. Plazo de admisión: 27 de septiembre. Premiación: 22 de noviembre. Premios: 3 millones 700 mil pesos, 2 millones 700 mil pesos, y 2 millones de pesos. Dirección: Alcadía de Barrancabermeja. Secretaría de Desarrollo, Calle 48 No. 20-17, Barrancabermeja, Colombia.