Poesía
JACARANDA, CONSTANTE MÁS ALLÁ
Por Antonieta Villamil
De Quevedo a García
Márquez a Paz,
prosema en cuatro
cuasi sonetos.
I
Amor, constante más allá de la muerte.
Mora en muerte amor-a-muerte.
Muerte, constante mas allá del amor.
Polvo a firme tumba apresurado amor.
Y más allá, Jacarandas entretejen
el viento en esta ciudad de muerte.
Jacarandas anidan el viento
en esta ciudad de amor.
RICARDO YÁNEZ Y LOS RECURSOS DE LA INOCENCIA
Desde México, Jorge Solís Arenazas.
Advertía Nietzsche que "las grandes cosas exigen que no las mencionemos o que nos refiramos a ellas con grandeza: con grandeza quiere decir cínicamente y con inocencia". Justamente así puede definirse el tenor que envuelve la poesía de Ricardo Yánez (Guadalajara, 1948). Sin proponerme aquí abarcar todo lo que esta escritura significa, su riqueza múltiple, me limito a ciertas aproximaciones a partir de dos trabajos esenciales: Divertimiento (1971) y Escritura sumaria (1977), reunidos en la segunda edición de Ni lo que digo (1998).
I
"A Yánez -asegura José Homero- la soledad le interesa no como consecuencia de la desigual repartición de la riqueza o de la atroz condición humana, sino en relación con Dios. La divinidad preside este universo y los poemas se asumen como una manera de formular un diálogo con esa omnipresencia elusiva.
MIGUEL ANDRADE HUERTA
CÉSAR VÁSQUEZ
VICENTE RODRÍGUEZ NIETZSCHE
JOÃO DE MORAES FILHO
VERSIÓN DE MIGUEL ANDRADE HUERTA
carabina@hotmail.com
DUALISMO
A. Osinnik
Digo el mar
dices el ancla
digo el ave
dices el canto
digo el camino
me cortas: hacia la casa.
RAÚL GÓMEZ JATTIN, EL PRÍNCIPE DEL VALLE DEL SINÚ
Por: José Antonio de Ory
Nueva York, 11 de junio del 2001
Cayó
y sin un solo gemido
se fue a galopar
a las praderas del cielo
Dicen que en la mañana del 22 de mayo de 1997 Raúl Gómez Jattin se tiró contra una buseta en Cartagena de Indias. Tras años de ser un poeta minoritario, de culto si acaso para unos pocos, la publicación en 1995 de la antología Poesía 1980-1989 había comenzado por fin a rescatarlo y darlo a conocer como un gran poeta. Su muerte repentina vino a incorporarlo definitivamente a un canon de la literatura colombiana del que de manera clamorosa había sido excluido hasta entonces.
Hay en Colombia una cierta idolatría por quien muere trágicamente, como si la muerte trágica no fuera, ¡ay!, algo demasiado frecuente.
CONJURO PARA LA LÚCIDA OCIOSIDAD
Por Antonieta Villamil
En el ejercicio de volar encadenada, el ejercicio de volar con los brazos huesudos y raspados, acaso por el viento que añora la súbita quietud. El ejercicio de permanecer atónita y desmoronada para que el halcón venga a sembrar en mí su pico que recorre las alturas.
Halcón, toma
un pedacito
de mi ojo.
Llévatelo a donde la suma de frescas células se haga pelito de ala. Sólo esa sensación en el ejercicio de volar encadenada. A vuelo de pelo. Atenuada con esta música que hipnotiza las culebras, mi cuerpo deletrea un precipicio de ausencias. Se desvanece la tarde en disonantes notas y las lanzas de minutos se precipitan, alas de secas plumas en pies de andrajosos pasos que saltan anonadados entre los minados campos.
AURORA REYES: LA PRESENCIA DE LA MUERTE
Desde México, Jorge Solís Arenazas.
Este texto también es una especie de vitrina testimonial de la amplitud y la fuerza con las cuales Aurora Reyes penetró en el estrato eufónico de su obra. Más sensual que sonora, su poesía no desconoce la centralidad rítmica de la palabra. Varios logros de la poeta residen en este punto, pues acude a una escritura pendular siempre variable entre el verso libre y el cuantitativo, generando yuxtaposiciones diversas de una riqueza indiscutible. Porque, además, Reyes, como todo gran poeta, no es una simple artesana del sonido y el tiempo, sino que en sus poemas se confunden tales referentes con los problemas del sentido y la significación. Tal es la tensión que sabe no sólo generar sino acompañar con un elemento de riesgo, amplio y sagaz. De suyo se comprende que los problemas de estilo no sean ordinariamente exteriores. Cuando se ha dicho que la poeta es maestra polifónica no sólo se ha hecho referencia a la talla sonora de sus poesías sino al sentido de las mismas, la vuelta al ritmo, pues, como una concepción del universo, noción múltiple que ella forjó no sólo en la poesía sino en su vivo interés por el mundo del mundo prehispánico.
ARGENTINA. ANTOLOGÍA DE POETAS DEL OCHENTA: PREGUNTAS NUEVAS (O COMO EVITAR EL MAL MENOR)
Prólogo y selección de textos Daniel Fara.
Buenos Aires, noviembre, 2000.
"preguntas que no requieren respuestas inmediatas
quizás tan sólo -nuevas preguntas"
Esteban Moore (Instantáneas de fin de siglo,
Graffiti, Montevideo, Uruguay, 1994.)
Luis Benítez, Santiago Espel, Juan Carlos Moisés, Esteban Moore, Osvaldo Picardo y Mario Sampaolesi son seis poetas argentinos cuya diversidad curricular no es sólo la obvia consecuencia de sus diferencias naturales sino también el producto, nada paradójico, de una serie de coincidencias significativas.
DESCONSOLADO AMORFO
Por: Ekaterina G. Nicolaeva
Tras las sombras de un llorón,
sueña una forma con vida.
Oculto en la intimidad
de la densa y oscura caverna,
hecha de tierra, hierbas y pajillas.
Expulsado, maltratado y humillado,
se lanza hacia el bosque profano
completamente solo.
KATRU
Por: Daniel Omar Martinez, Bahia Blanca
JARDÍN DE GENTE
La felicidad
son esas cuatro palabras
que Julián
tira al mundo
para que empiecen a volar
Mi vieja va a cumplir setenta
entre tejo
nietos
y las tortas fritas
que tanto le gustan a Nelson
mi viejo descansa
hace una eternidad
bajo la tierra
EN LUGAR DE LOS SUEÑOS
Para la mujer que escribe poesía.
Por Antonieta Villamil
Trepadora de muros y arquitecturas vacilantes. Cazadora de incansables revuelos del viento entre las ramas. Perseguidora de los fantasmas de hojas que anuncian huracanes de polvo y espectros de partículas expuestas al sol calcinante de medio día.
Fielmente desentendida y voluntariosa.
Suele caerse del árbol desde altas ramas, después de indagar largamente territorio de pájaros. Al caer poco más o menos aparatosamente, suele perder una palabra como si fuera una vida, o quizás, acierta que para descifrar, tiene que desplomarse de un árbol de mango en medio del verano, causando alboroto de lástimas entre el vecindario, porque le es inherente cazar letras, como a lagartijas rosadas entre satín pegajoso de girasoles.
Imagina que al caer sufre un extraño cambio.
POEMA VISUAL DE RODOLFO FRANCO
Links donde podrán encontrar obras de Rodolfo Franco: poemas,escritos, poemas visuales e ilustraciones.
Blocos (poemas versales):
http://www.blocosonline.com.br/literatura/poesia/pn01/pn001451.htm
YO Y USTED
Matilde Alba Swann.
MENTIRAS MALEVOLENTES
Por J.A. Morrow.
LA GUERRA USA VS. TERRORISMO ÁRABE (11.09.2001)
¿Y DÓNDE ESTÁ LA IZQUIERDA?
Por: Alfredo Lavergne.
SILENCIO. EL IMPERIO ESTÁ DE DUELO
Por: Alfredo Lavergne.
LAS MADRES ASESINAS
Por: Yván Silén.
YO Y USTED
Matilde Alba Swann
(Crónica de mi misma- 1980)
Qué suerte que Usted
sepa
cantar en permitido,
yo no sé.
Todo cuanto canto
mete ruido,
y qué callado,
y qué medido
canta Usted.
DE DONDE SE HABLA DE QUIEN DESIERTA Y DESERTA, ES DECIR DEL ESTADO CON SU DEUDA EXTERNA-ETERNA (PARA CANTAR EN RITMO DE TRABALENGUAS)
Desde Argentina, Daniel Noseda
De donde se habla de quien desierta y deserta, es decir
del estado con su deuda externa-eterna(para cantar en
ritmo de trabalenguas)
Gustavo gira la perilla a trabalenguas,
la lengua se le traba a usted que me traba una idea
que tengo del estado, del mío, del suyo, de Gustavo
¿Cuál es su estado? ¿Cuál es el mío? ¿Cuál es el de
Gustavo?
¿Cuál es la situación de su persona, de la mía,
de sus cuentas, de las mías y las de Gustavo?
¿La mía, la suya, la de Gustavo era una cuenta que el
estado no pagaba?
¿Cuál es el estado de la cuenta del estado?
¿150 mil millones en negativo?
LA PIEDAD DE RAJÉL CANTABRAZAR
CRONOLOGÍA DE PARTO (EL TIEMPO, ENMADEJADO EN EL ALMA. HOY LLEVAS POR CORPIÑO UNA BRIZNA DE AIRE DE MI FRENTE)
Por: Iair Menachem
Extraños horizontes
antes del amanecer:
sonaban raro el piar,
el rociarse de las aguas
y el augur de las cosechas:
con un diafragma adherido
a las córneas del alma
entreveíamos la luz
-la que rechazan las cosas-.
Se abrió el cielo de pares
en tripas de sol paciente
entretejiendo tus cabellos.
Aves de gusto turquesa
rodearon la cornisa y el cristal:
un beso consentido
de pura sonrisa calma
derribó el estigma de la cruz;
y la corona de espinas se hizo rosa.
UN POEMA INMENSO - DIÁLOGO DE LO ÍNFIMO MAR ADENTRO
Por Antonieta Villamil
Para León De Greiff
Me entrego al diálogo de las ínfimas cosas, marinero sedentario, me anclo a sus profundidades. Me carcome su sal. Arden mis llagas pero no hay dolor.
Me entrego al diálogo de las ínfimas cosas y se me despereza de entre el invierno ojo raído sobre su mar. A antiguos martirios nuevo maquillaje. Eso dejan los escombros de luz sobre la tibia playa.
Y van y vienen.
Y van y vienen las olas cansadas.