Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Poesía Visual

 

 

PROPUESTAS ESTÉTICAS Y POLÍTICAS EN LA OBRA VISUAL DE
CLEMENTE PADÍN, AVELINO DE ARAUJO Y FERNANDO MILLÁN


por Laura López Fernández
University of Canterbury

Hipertexto

Lí­brenme, lí­brenme los dioses de esos manifiestos originalistas, y del fulgor por el fulgor, y de esas artes poéticas en la misma clave autoerótica de siempre. Gonzalo Rojas, Contra la Muerte, 1962 Ocupartir del código verbal, y hoy lo que vemos, a lo que estamos asisitiendo es casi a lo contrario: es el código verbal el que está siendo juzgado por los otros códigos. Es la palabra misma la que está en crisis, el sistema verbal es el que está en crisis. Décio Pignatari, Metaphora, 1981 La escritura no es sólo un hacer sino también un no hacer y asimismo un deshacer. J. L. Castillejo La escritura no escrita, 1996 Sobre la llamada poesí­a experimental una cosa es realmente indiscutible: el poeta ha tomado al fin conciencia de lo que lo rodea -tiempo y espacio- Francisco Pino, Insula, 1997

 

La poesí­a experimental debe entenderse en sentido amplio e inclusivo como una modalidad interartí­stica en la que se incluyen prácticas (y géneros) tan diferentes como la poesí­a visual, sonora, digital, matemática, etc. Este tipo de escritura no está compuesto necesariamente con palabras de molde dispuestas uniformemente en la página convencional de un libro sino que existe con independencia de estos canales convencionales y se caracteriza con referencia a la poesí­a discursiva exclusivamente verbal como un modo artí­stico esencialmente alterado. Cualquier acercamiento a esta modalidad requiere tener en cuenta este principio básico de alteridad con respecto a la "norma". Pero a pesar de su complejidad intrí­nseca y de las diferencias de época, códigos y técnicas empleadas, existen ciertas constantes a lo largo del tiempo que la caracterizan de manera especí­fica como son, por ejemplo, el principio de la materialidad y plasticidad de los signos, su carácter corporal, cromático, espacial, acústico, cinético, relacional, mimético, figurativo y abstracto, así­ como una gran atención a la sintaxis y semántica visual.

 



LA POESIA EN TODAS SUS DIMENSIONES:

 

I Jornadas de Poesí­a Experimental de Euskadi

 

 
por Clemente Padí­n

 

Si las exposiciones de Poesía Experimental no fueran, hoy día, tan comunes, esta nueva manifestación realizada en el País Vasco, hubiera pasado desapercibida. Sin embargo, en virtud de logros propios en relación a la excelsitud, variedad y cantidad de piezas expuestas y/o realizadas y, sobre todo, por la amplitud de concepto al admitir la mayor caudal de soportes posibles. En general, casi todas las exposiciones de este tipo, se concentran en el soporte bidimensional de la hoja o el cuadro olvidando que, en relación a la empiria, son los soportes otros lo que más aportan elementos inéditos al poema. Si estamos acuerdo que podemos definir al poema experimenta a aquel que, manejando la dimensión del lenguaje que sea, verbal, visual, sonoro, gestual, etc., aporta nueva información a los continentes del conocimiento total de la humanidad también podemos ponernos de acuerdo al aceptar el criterio de que los nuevos soportes, al incorporar nuevas posibilidades expresivas al poema, generará nueva información. Sobre todo cuando esas posibilidades de expresión pasan a integrar el nivel del contenido, es decir, cuando el soporte deja de cumplir ese papel asistencial que, en general, le asignan los poetas convencionales. Es sabido el rechazo social que conlleva, casi siempre, la nueva información (cualquiera sea el área del conocimiento en el cual se genere). Por ello, el poeta, al crear su poema no puede dejar de crear, a su vez, las vías para su lectura que, en general, son implícitas y indisolublemente unidas en la forma del contenido, es decir, que no pueden separarse del poema. No es simplemente la producción de poemas experimentales lo que hace imprescindible este tipo de creación irregular sino la creación de nueva información que dé cuenta de los hechos nuevos, objetos o valores que la actividad humana va generando. Son esos nuevos conceptos y formas los que movilizan toda la estructura cultural en una comunidad dada en la medida en que la disruptividad altera los conocimientos existentes y los obliga a actualizarse y reubicarse de acuerdo a la nueva información. Hace tiempo escribíamos: “Toda poesía es experimental en sí misma. No podríamos considerar ninguna forma artística que no experimente o investigue las posibilidades expresivas de su instrumento. En el caso de la poesía, el lenguaje. Una definición catedrática diría que la poesía experimental es el proyecto radical de búsqueda de nuevas escrituras o formas del decir poético, ya sea a través de nuevas formas sintácticas como, también, a través de las múltiples posibilidades que ofrecen los diversos soportes disponibles, desde la página en blanco del papel a la pantalla del computador. No sólo valiéndose de la función semántica o verbal sino, también de otras dimensiones expresivas como el área visual o el espacio sonoro o el ámbito performático.” Por ello es que nada puede garantizar mejor la apelación de “poema experimental” a aquel creado con los nuevos soportes.

 

Y esta exhibición se caracteriza justamente por ese motivo, por la mostración de la gran variedad de soportes por lo cuales es posible que discurra la poesía: video, performances, libro-objeto o revista-objeto, página o cartel, publicaciones de poesía experimental, casetes de audio, CD Roms y/o DVD, objeto-poema, etc. En mi concepto sólo faltó, tal vez, disponer computadoras para que el público escudriñara en los websites y/o blogs dedicadas a la Poesía Experimental (tal vez mediante alguna interface que les llevara directamente a esos espacios) o bien, permitirles la manipulación de CD Roms dedicados a la Poesía Digital.

 

 

 
 
Pablo Jansana / Dibujo sobre papel

 

Habí­a una vez un poeta Lombardo llamado Pablo Jansana

y un pintor Chileno casi de 40 y menor que Riquelme

que trabajaba en un taller de Nuñoa unos cuadros quizá cinéticos,

pero no.

Eran más como los jeroglí­ficos pero después del Apocalipsis,

nada de literales.

No habí­a manchas, el gesto controlado,