Mane Adaro
DIVISORIUM ACUARIUM, paneo social del rio Mapocho
“La falta de curadores audaces se hace evidente "
Por Mane Adaro
Patricio Salinas Agurto ha sido director de la Galería F48 de Estocolmo y del Centro de la Fotografía de Suecia (Centrum för Fotografi) durante 6 años. Tiene además una vasta labor como curador, crítico y de gestión cultural.
MA. Háblanos de tus primeras experiencias como curador y a qué años te refieres.
PSA. En realidad la primera experiencia como curador fue a comienzos de los años 80. Entonces presenté una colectiva de fotógrafos catalanes en la galería privada Cámara Oscura de Estocolmo que, entonces, era la más importante después del Museo Moderno. Entre los fotógrafos presentados estaban las obras de Joan Fontcuberta, Manolo Laguillo, Agustín Centelles, Ferran Freixas y Joaquim Pla Janini, entre otros. Más tarde, el año 94 organicé, con apoyo del Consejo de la Cultura de Suecia, (Kulturrådet) una colectiva denominada Tres generaciones de fotografía sueca. Se presentó en el MBA de Santiago y tuvo una gran asistencia. Luego se presentó en Bs. Aires, Montevideo, Miami, Washington, Seattle, Nueva York, Jamestown y Beijing
CENTRO DEL PATRIMONIO FOTOGRAFICO: Revelando la diversidad de las prácticas fotográficas en Chile
Mane Adaro
mane.adaro@gmail.com
El Centro del Patrimonio Fotográfico (Cenfoto-UDP) hace parte de las escasas instituciones en Chile encargadas tanto de rescatar, catalogar y preservar el patrimonio iconográfico, así como de mantener un activo apoyo de difusión a los fotógrafos emergentes y consolidados a través de una sala de exposiciones. Entrevistamos a su director, Samuel Salgado y a su subdirectora Andrea Aguad, para que nos relataran sobre los diversos proyectos y posturas relacionadas con la imagen que CENFOTO-UDP mantiene en la actualidad.
El estado de las Cosas
Por Mane Adaro
Rosario Montero es una artista visual que trabaja con el medio fotográfico. Constantemente a través de su obra, ha indagando en los límites de la subjetividad y la representación de la realidad (como posibilidad de dislocación).
Su cuerpo de trabajo se reconoce por privilegiar tonalidades frías, exentas de altos contrastes, una temática investigativa hacia la contingencia política y social -donde aborda en forma documental y tipológica- distintos aspectos que aluden a conceptos de territorialidad e identidad.
Una de sus series, Ciudad Ideal, fue incluida en la última edición del libro C PHOTO NUEVA MIRADA LATINA, con curaduría del fotógrafo inglés Martin Parr, compartiendo méritos junto a catorce fotógrafos latinoamericanos como la mexicana Ana Casas, el venezolano Alexander Apóstol o el argentino Alejandro Chaskielberg.
EN MEMORIA
Cuer.po
s.m. cuerpo [kuerpo]. pl. cuerpos. De nadie.
Masa y peso (favor de no confundir) anexados a superficies de código binario.
6.Masa de materias y materia de harapos.
7. a. Una recopilación o cantidad de material o información: la evidencia de su inflación.
Ricardo Domeneck (Los perros del alba, p.101, 2010)
En la fotografía contemporánea chilena, con un estilo personal y transgresor que limita con lo kitsch y performático, la fotógrafa Zaida González ha desarrollado una mirada critica sobre aspectos identitarios de nuestra sociedad.
Imagen: Georgias Quintas
¿POR QUE PENSAMOS EN FOTOGRAFIA?
Por Mane Adaro
LOS FANTASMAS DEL EXTRAVÍO, FOTOGRAFÍAS DE NICOLÁS WORMULL
“El documental se asemeja un poco a las películas de terror: meten el miedo en el cuerpo y transforman la amenaza en fantasía, en imágenes. Las imágenes se pueden soportar si se dejan atrás. (Son ellos, no nosotros)”
Martha Rosler- Dentro, alrededor y otras reflexiones. Sobre la fotografía documental.
ABWEG(extravío), es el reciente trabajo del fotógrafo Nicolás Wormull realizado en Villa Baviera. En formato Fotolibro las imágenes se presentan como un pequeño relato visual, imágenes que fueron capturadas en el invierno del 2010, cuatro meses después de la muerte de su líder y fundador Alemán Paul Schäfer (1).
Esta localidad tristemente célebre por volverse entre los años 1973-1989, un enclave de tortura, desaparición y convivencia forzada (2), fue una comunidad fundada en 1960 y escudada detrás de una imagen benefactora con pretensiones de integración y aporte social a la vida rural de Parral. A través de los años y luego de irrefutables pruebas testimoniales, fue quedando en evidencia lo oscuro de las intenciones de su líder, quien convirtió a Villa Baviera en un espacio hermético, desvinculado cronológicamente del resto del mundo; un lugar encerrado entre fantasmas y horrores; un lugar de prácticas humanas deleznables, utilizado entre otras cosas por los agentes de la Dina (3), como estrategia en la construcción de gas sarín (4) y otros armamentos de guerra de aquellos años.
Aquella alejada zona de Parral: cerrada, sombría, torcida, silenciosa y anacrónica, desde sus inicios fue articulada como estructura del dolor; un sitio de privación y locura generada por oscuros pensamientos ideológicos.
Portada del libro ABWEG, de Nicolás Wormull
“Los libros son una especie de bombas de relojería: uno los hace, los deja y ellos circulan libremente, se mueven y llegan muy lejos en el espacio, teniendo la virtud de reencontrarse con sus lectores pasado muchísimo tiempo. Todas esas circunstancias me parecen azares maravillosos para poner en circulación la obra fotográfica”.
Por Mane Adaro
Fotografía retrato: Roberto Apablaza
Por Mane Adaro
RITA FERRER: UNA VIDA ENTRE LA IMAGEN PENSANTE Y LA PALABRA REFLEXIVA.
"¿Por qué Muchedumbre de Jorge Brantmayer fue tan rotunda en Bayona? Porque justamente desordena el archivo y sabemos que el archivo es un espacio de poder, porque la identidad nacional se arma por el territorio y por las colecciones; por eso es político este trabajo, por ese simple gesto de desordenar el archivo del que cataloga, del que clasifica, del que dice que esto va acá o allá, quién es ídem y quién alter; porque siempre hay un mandato de quien clasifica en nombre del Estado".
El mundo de Rita Ferrer se conforma de luz y palabra: pinturas, fotografías, plantas, flores, delicados detalles, recuerdos y muchos, muchos libros. Una vida intensa y apasionada, construida a través de la palabra y un pensamiento crítico. Periodista, escritora, teórica, ha publicado una infinidad de artículos y dos libros sobre fotografía: Yo, Fotografía (2002) y ¿Quién es el autor de esto? Relaciones de fotografía y performance ( 2010). Fue seleccionada por tercera vez en el Encuentro Internacional de Críticos y Curadores de Trasatlántica 2011, con su ensayo “Todos contra el lente”, texto que acompañó a la muestra fotográfica “Muchedumbre” de Jorge Brantmayer en su recorrido por la ciudad de Bayona, Francia.
MA. ¿De profesión periodista, cómo es que llegas al mundo del arte?
RF. Cuando entré a estudiar periodismo a la Universidad Católica en 1970, se había puesto en marcha, a partir de 1968, la reforma universitaria y se había implementado el currículum flexible y me titulé en el 75, habiendo realizado todos los ramos optativos y facultativos en estética y literatura. Me interesa el arte porque crea nuevas representaciones de eso que llamamos realidad y nos permite interpretar las prácticas sociales de una época y las relaciones de poder. Con el golpe militar nunca trabajé como periodista en medios pero si lo hice en publicidad, en los años que, muchos del mundo artístico y de las ciencias sociales, que no se fueron al exilio, trabajaban en esa industria. En los años 1981 y 1982 animé, junto a Wladimir Balic, la Sala BHC, donde expusieron por primera vez la generación de los 80’s: Samy Benmayor, Jorge Tacla, Matías Pinto de Aguiar, Pablo Domínguez, Omar Gatica, entre otros. También me acuerdo de la exposición “Las cuatro Patricias” en la que participaron: Patricia Israel, Patricia Figueroa, Patricia Saavedra y Patricia Vargas. También hicimos con Ricardo Mac Kellar una gran retrospectiva de Juan Francisco González. En esos años, me vinculé con muchos artistas, escritores y coleccionistas; muy especialmente con aquellos artistas e intelectuales que después fueron llamados por Nelly Richard, la Escena de Avanzada; algunos de ellos han sido grandes amigos y parte de mi vida.
Ya a mediados de los ochenta trabajé como consultora de comunicaciones en UNICEF y ahí articulé una red de artistas para la infancia. En ella participaron figuras como: Ana González, Lotti Rosenfeld, Raúl Zurita, Diamela Eltit, Nelly Richard, Roberto Bravo, Saúl Sckolnic, entre otros. Posteriormente, entre 1987 y 1992, me desempeñé como agregada de prensa y gestora cultural del Instituto Chileno Francés de Cultura, en un período muy significativo, que me permitió vincularme con artistas e intelectuales de todas las disciplinas y por supuesto, con fotógrafos.
Fotografía gentileza: Rodrigo Casanova
ALEJANDRO CASTELLOTE " LAS IMÁGENES NOS AYUDAN A COMPRENDER EL MUNDO" (FIFV 2011)
“La comprensión del ser humano se produce incluso neurológicamente a través de la construcción de imágenes que nos ayudan a entender el mundo, la imagen nos ayuda a conocernos, la fotografía es quien como herramienta fija la imagen a un soporte para cuando quieres verlas, puedes disponer de ellas, todo en el ser humano es memoria, todo lo que nos concierne, y ver imágenes ayuda a esta comprensión y conocimiento del otro"
Invitado por el Consejo de la Cultura a dictar un taller en el marco del 2 Festival Internacional de Fotografia FIFV (1) en la ciudad de Valparaíso, Alejandro Castellote (1959) reconocido curador español, nos sorprendió con su sencillez y sabiduría para compartir su visión y reflexión sobre el panorama de la fotografía contemporánea. Alejandro Castellote, critico, curador, gestor, con más de 30 años vinculado al mundo de la imagen, fue director artístico en sus tres primeras ediciones del Festival Internacional de Fotografia Photoespaña y autor de numerosas publicaciones, entre otros del libro sobre fotografía latinoamericana “Mapas Abiertos” (1991-2002), muestra que fue inaugurada en el año 2005 en la Fundación Telefónica de Santiago con más de 200 fotografías.
Junto a algunos alumnos del taller como Rodrigo Casanova, Carlos Fisher y Sady Mora, acompañamos las últimas horas de Alejandro Castellote antes de que viniera un taxi y lo llevara al aeropuerto, donde tomaría un avión rumbo a la ciudad de Lima para inaugurar su próxima exhibición de fotografía “Ficciones Asiáticas”.
Pude entrevistarlo entre las risas de comensales de aquel bohemio restaurant porteño, lugar donde las horas volaron demasiado rápido para hablar de fotografía, imagen y vida.
M.A: ¿En la actualidad cual crees es la posición que ocupa la fotografía latinoamericana?
A.C: Ahora la fotografía, así como el arte latinoamericano contemporáneo tienen más visibilidad, y de alguna manera se otorga más atención, pues al haber mayor visibilidad es obvio para curadores y galeristas estar atentos a esta información que antes era escasísima. Existe un arte fotográfico bastante particular y potente desde esta región , en lo personal ha hecho que determinadas personas en Francia me tengan como un especialista de fotografía latinoamericana, siempre debo estar allí tres meses, todos los años y siempre que quieren tener una representación de latinoamericanos me consultan porque saben que las cosas que presento siempre funcionan, poco a poco se ha ido conociendo de la importancia de la fotografía latinoamericana aunque no se tengan todos los datos o nombres, pero saben que algo sucede , también es verdad que ha estado todo muy monopolizado por algunos países como México o Brasil, Francia por ejemplo, sigue pensando en México con nombres como Graciela Iturbide o a Brasil relacionando el nombre de Sebastián Salgado, pero ahora Miguel Ríos Branco por ejemplo ha tenido mucha presencia en Paris, tiene una excelente representación internacional , pero en el contexto de fotografía emergente saben que hay un movimiento muy poderoso pero aun no tienen personas que les presten la atención suficiente y con la frecuencia suficiente, porque a la velocidad que va creciendo la presencia de autores latinoamericanos no vale convenir en 2005 y en 2012 pensar que eso sigue siendo el estándar y el panorama.
M.A: ¿Sientes que haces parte de esta apertura que ha tenido la fotografía latinoamericana a raíz de la visibilidad a través de Photoespaña por ejemplo?
A.C:No, no creo, en un primer momento los tres primeros años de Photoespaña - donde puedo hablar en primera persona-, tienen por un lado la intención de posicionar el festival en el circuito internacional, simultáneamente hablar de la calidad de las infraestructuras de salas de exposición de Museos, Centros de Arte, etc, después promoción y puesta en valor de la fotografía española y la normalización de la presencia latinoamericana, pero España ha prestado más atención a tener presencia internacional que para ellos es grandes nombres de EEUU y Europeos y han perdido con ello, te doy un ejemplo, la feria más importante de arte en España es ARCO, la gran base que debería haberse utilizado en mi opinión para ser el punto donde llegara a Europa el arte latinoamericano, y sin embargo, han escogido competir con la Feria de Arte de París FIAT, y para cuando se han estado consumiendo muchas de las energías en esa dirección, es la franquicia de Art Bassel en Miami las que realmente han acaparado esa posición de referente para el arte latinoamericano, además lo hacen desde EEUU , y por ende es una batalla a la que España llega tarde, cuando por sintonía con Latinoamérica debería haber sido más sencillo y mucho más natural esa apuesta porque culturalmente somos cercanos.
Nosotros cuando nos hemos medido con los países de nuestro entorno hemos perdido ese papel, pero de toda formas se presta más atención a Latinoamérica, aunque también creo ha sido muy importante la labor que han tenido sobre todo estos últimos años los Centro Culturales, que no han tenido solamente la idea de llevar arte español a Latinoamérica, más bien de hacer actividades de ida y vuelta, o de hacer proyectos con curadores, artistas en los propios centros, sobre todo en los países (no obviamente Brasil o algunos otros países con infraestructura potente) pero si donde la infraestructura de las salas era más precaria, y eso desde el centro cultural ha creado un puente para poder exponer en Europa a muchos artistas. Lo está haciendo el Instituto Cervantes, llevando muestras de fotografía latinoamericana por EEUU, Europa, Asia y cuando van esas muestras, uno se da cuenta que el interés hacia la fotografía latinoamericana es enorme porque casi no les llega información, pero si existe la necesidad porque está muy mal vehiculada hasta ahora, pero aun con todas las buenas intenciones que pueda tener España, no es la función de España mover fotografía latinoamericana, la función debería estar en manos de los propios países. México tuvo una apuesta muy grande en términos económicos durante los 90, institucional, a través de los Institutos de México pero todo eso bajó muchísimo durante esta última década.
TIEMPO Y REPETICIÓN, FOTOGRAFÍAS DE KURT PETAUTSCHNIG
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Con el sentido colector de quien atrapa un tiempo circular y cíclico, el fotógrafo kurt Petautschnig (1) a través de su serie Residuos realiza un trabajo de post-reconocimiento en las calles de la ciudad a la ocasión del encuentro y celebraciones colectivas, y un levantamiento –toma fotográfica- de las huellas que dan indicio de la memoria de estos actos. La forma casi ritual de la cita masiva realizada en cada fecha relevante de forma espontánea, responde a una necesidad circular, a una pulsión, que aleja por algunas horas un estilo de vida individual y sensación de aislamiento al que se está acostumbrado.
La relación en el espacio compartido, cohabitado, es una experiencia urbana continua e inextinguible que da paso a una trama compleja de signos y trazos comunes; Una memoria colectiva, física y anímica de tiempos diversos (crónico-real, acrónico-simbólico).
Por Mane Adaro
http://chilenosenfotografia.blogspot.com/
Registro Fotográfico: Leonora Vicuña
El 12 de octubre se celebra nuevamente el día de la raza, fecha que conmemora el avistamiento de tierra hecho por el marinero Rodrigo de Triana en 1492 y momento decisivo que marca el encuentro, el estallido de dos mundos diferentes en tiempo y cultura que se fusionan en una sola mirada ciega, el pueblo originario y el pueblo visitante, colonizador. En relación al momento que se festeja y la reciente inauguración de la exposición “Memoria visual e imaginarios: Fotografías de los pueblos originarios siglos XIX-XXI”, se vuelve imprescindible reflexionar sobre algunos aspectos de la imagen y su postura.
Innegable es ligar la imagen y las fotografías que han “representado” históricamente al mundo indígena, con algunos infortunados principios que se generaron a partir de este encuentro; una identidad visual que estuvo basada en principios malformados de la imagen y su uso; una mirada incisiva desde el registro fotográfico que generaba círculos de conocimientos basados en la ignorancia. Extenso y profundo tema, porque la imagen que conocemos puede ser una representación e idea del mundo indígena creada desde la ficción, emplazada, apoyada en la ilusión que desde la fotografía documental se accedía a un conocimiento de una “verdad incuestionable”, lo cual generó como resultado una identidad basada en estereotipos, producto de esta mirada del desembarco sobre el nuevo mundo, y en forma secular con el sentido e intención de la mirada posesiva desde la primera toma fotográfica.
Ronald kay, en Del espacio de Acá expresa: “Gráficamente, la toma fotográfica en el Nuevo Mundo efectúa una toma de posesión”, al conformar las fotografías un mapa e inventario para el viejo mundo, una guía visual a modo de catálogo, de todo lo que podía ser poseído, dominado y explotado”. (Las maravillas de los desiertos, la naturaleza desconocida y el exotismo “salvaje” de las tribus encontradas).
“Error de Memoria” de Nicolás Rupcich, 2011.Ubicación Plaza Italia
ESTRATEGIAS DE VISIBILIDAD, COMPARTIENDO EL ESPACIO PÚBLICO
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Alejandro Maureira, Álvaro Rojas Sastre, Carolina Redondo, Cecilia Avendaño, Cristóbal Barrientos, Cristóbal Olivares, Cristóbal Traslaviña, Francisca Burgos, Inés Molina, Jorge Pasmiño, Kurt Petautschnig, Margarita Dittborn, Nicolás Rupcich, Nicolás Sáez, Nicolás Wormull, Raúl Charlin, Rosario Montero, Sofía Sierra.
Compartir el espacio público entre imagen, arte y espacio callejero, obedece desde los años 60 a un profundo cuestionamiento sobre el significado del Museo de Arte como espacio contenedor. Aquel que en aquella época validaba y dictaminaba desde una mirada de carácter institucional, las representaciones artísticas y a sus representantes. El espacio museal reducido simbólicamente a una forma física insuficiente, era incapaz de albergar los deseos de expansión de las nuevas propuestas que venían desde el mundo del arte. Y en el marco febril de aquellos años plenos de cambios y transformaciones político-sociales, finalmente dejaron en evidencia una estructura de diseño limitante que desencajaba con la realidad bullente y rupturista. El neovanguardismo suspendido en el tiempo -espacio de una modernidad-postmodernidad, veía en la figura institucional del Museo un fiel representante de la herencia y el pensamiento clásico, que confirmaba y avalaba que todo lo exhibido en sus espacios era “buen arte, en un buen formato, en el buen lugar”. Conceptos que priorizaban obras perennes y perdurables, en contraposición con una obra efímera y el deseo artístico que experimentaba con lo performatico, expansivo e ilimitado. Desde este periodo de crisis el Museo tuvo una transformación de conciencia y responsabilidad, que en la actualidad se traduce en una filosofía cercana a un espacio como transmisor y mediador de ideas.
EL PODER DE LA IMAGEN: EXPOSICIÓN DEL FOTÓGRAFO FERNANDO ROSA
Por Mane Adaro
La práctica de mirar las cosas que se desea recordar forma parte de nuestra manera de proceder. En el pasado servía a la verdad. ¿De quién es la “verdad” que observamos cuando miramos fotografías?
Jolene Richard
Días atrás finalizó una muestra de fotografía en el Centro Nacional del Patrimonio Fotográfico, CENFOTO, la exposición se titulaba “El no lugar: Villa Baviera” del fotógrafo chileno Fernando Rosa. Indagando sobre el recorrido de esta exposición, sus periplos como ejercicio de trabajo y expuesta en la pequeña pero respetada sala, llama poderosamente la atención el contexto del poder que posee la imagen como documento: el poder de ser imagen develada u ocultada desde lo artístico y político. La imagen documental como el trabajo de Fernando Rosa, oculta una poderosa verdad sobre el nivel mediatico de omisión y censura para decidir que recordar y como recordar.
La exposición “El no lugar: Villa Baviera” es una investigación de largos años, un trabajo en desarrollo donde el fotógrafo va retratando a sus habitantes y espacios ahora solitarios; expuestos a un devenir incierto e indiferente al resto de la comunidad chilena. En las diversas fotografías podemos construir el actual mundo de Villa Baviera, rostros de hombres y mujeres que parecen pertenecer a alguna época pasada, pues algunos visten ropas pasadas de moda y la apariencia general refleja en muchos de ellos una lucha de inserción difícil a la vida cotidiana. Se presiente soledad y anacronismo en los objetos y muebles que habitan el lugar, hay aspectos cotidianos de la rutina diaria como son los salones de reunión, comedores, jardines, espacios que conformaron en el pasado un enclave de tortura y complicidad de sus líderes, sobre todo durante la dura época del régimen militar chileno. Pero la nota desconocida es que la mayoría de sus colonos también sufrieron aberraciones provenientes de la mente enferma del lider fundador, que llegando desde Alemania albergó en esta comunidad a más de 600 personas durante más de cuarenta años. Viviendo aislados, esclavizados y humillados.