Carolina Benavente Morales
Sobre Inflamadas de retórica, de Jorge Díaz y Johan Mijaíl (2016)*
por Carolina Benavente Morales
Universidad de Valparaíso
cbenavem@gmail.com
Un buen libro es una trama de afectos que, en los mejores casos, envuelve el lector, especialmente si ha sido construido en base a un diálogo o construcción entredos que lo implica como a un tercero participante. De esta manera, un buen libro deriva hacia una conformación trialógica que lo hace rebalsar la bidimensionalidad del papel. La superficie de escritura se espesa, al quedar impregnada de esta otredad volumétrica donde la autoría se difumina sin desaparecer y prolifera sin desperfilarse, quedando sus artífices como creadores conceptualistas de un contenido en movimiento, mediante un experimento susceptible de lecturas cruzadas en tanto reescrituras.
Flyer del foro de avance realizado en Galería Metropolitana, Santiago, diciembre de 2016.
La ilustración es de Daniela Gallardo Zderich.
* * *
El libro Escena menor. Prácticas artístico-culturales en Chile, 1990-2015, actualmente en proceso de publicación, fue escrito durante el año 2015 gracias a una Beca de Creación Literaria categoría ensayo del Fondo del Libro y la Lectura del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile. Presento aquí la introducción a este volumen, el que cuenta asimismo con el patrocinio de la Universidad de Valparaíso.
* * *
Introducción de Escena menor. Prácticas artístico-culturales en Chile, 1990-2015
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
Un show sin sentido: La plaza, la trava y la pasta,
de La Coronta Teatro (Valparaíso, 2015)*
Por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
Teatralidad y sus huellas: la instalación Neomestizo, de Valeria Radrigán
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
A través de Neomestizo, Valeria Radrigán se adentra en un territorio de experimentación transdisciplinar vastamente explorado desde las artes visuales o la performance, pero muy poco desde el propio teatro, que es el área original de formación y desempeño de esta artista. Naturalmente, las hibridaciones del teatro con otras disciplinas son numerosas y esto no sólo porque los recursos visuales, sonoros o de otro tipo formen parte integrante de cualquier puesta en escena. Además de esto, en efecto, los montajes han ido incorporando problemáticas en principio específicas de o surgidas en prácticas artísticas conexas, pero que han puesto en tensión estética y social el dispositivo teatral. Así, han emergido en las últimas décadas propuestas singulares que han oscilado entre, por un lado, la exploración del posdrama como emancipación del texto y su componente narrativo lineal y, por el otro, la integración intensiva de diferentes tecnologías multimedia. En América Latina, donde ha prevalecido un respeto por la actividad dramatúrgica, esta última opción ha conocido un gran desarrollo, siendo la compañía chilena Teatro Cinema uno de sus más notables ejemplos. Pero una diferencia importante de Neomestizo respecto de este tipo de indagaciones es que, mientras ellas mantienen una teatralidad anclada en el convivio del actor con el espectador, la instalación de Valeria Radrigán cruza el umbral en que el convivio se ha esfumado sin que, paradójicamente, se pierda un cariz teatral. ¿Cómo es esto posible?
Niños jugando con tierra en una habitación:
la exposición Malgama (2014)
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com - www.therealcarolin.cl
La tecnociencia contemporánea constituye un saber de tipo fáustico, pues anhela superar todas las limitaciones derivadas del carácter material del cuerpo humano, a las que entiende como obstáculos orgánicos que restringen las potencialidades y ambiciones de los hombres.
Paula Sibilia
Porque ensuciarse hace bien
OMO
Existen formas de relacionarse con la tierra en directo, bajo los árboles escuchando el gorjeo de unos pájaros, a campo traviesa recibiendo los golpes del sol o entre rocas musgosas al borde de un sendero, y existen las formas hipermediadas de ese contacto. La exposición de artes visuales Malgama, del colectivo de artistas egresados de la Universidad de Chile Victoria Bravo, Andrea Gutés, Dominica Ortiz, Juan Reyes y Sebastián Robles, nos evoca una cadena de sucesivas mediaciones con la materia que nos sostiene y nos alberga, como las capas de una cebolla o las muñecas de un conjunto de matrioskas. Pero estas pieles diferenciadas entre sí se traslapan y contienen unas dentro de las otras alrededor de un núcleo interior donde se repliega un fragmento de aquello propulsado hacia el exterior.
Isabel Santibáñez, "Movimiento Suspendido", MAC, 2013.
Fotografía de Nebs Pereira.
La marcha social en “Movimiento suspendido”, de Isabel Santibáñez (2013)
por Carolina Benavente Morales
www.therealcarolin.cl
En “Movimiento suspendido”, exhibición abierta hasta el domingo 24 de noviembre de 2013 en el Museo de Arte Contemporáneo del Parque Forestal, Isabel Santibáñez nos entrega el resultado provisorio de una interesante investigación. La artista busca, en efecto, que el espectador participe de una obra que él mismo protagoniza, ya que en ella se tratan y retratan diferentes marchas sociales que han tenido lugar en Santiago en el último tiempo. Debido a la importancia que han adquirido, el arte chileno las está convirtiendo en una de sus instancias privilegiadas de elaboración, llegando incluso a titularse En marcha una reciente compilación de textos teóricos realizada por Carol Illanes (Santiago: Adrede, 2013). Dentro del corpus de obras relativas a este tópico, sin embargo, la propuesta de Isabel Santibáñez se destaca por articular un conjunto ampliado de problemáticas relevantes a la producción artística contemporánea; conjunto dentro del cual sobresale una complejización de la relación con el espectador que vuelve esta obra muy atractiva para el público asistente a la exhibición.
Es posible hablar, a lo menos, de dos grandes entradas al fenómeno de las marchas en la reciente producción artística chilena. Una de ellas, de carácter resueltamente contingente y activista, se suma a las marchas mediante diferentes obras con carácter de intervención objetual o performativa. En este vasto e inestable conjunto, es posible reagrupar todos los letreros, las consignas, las botargas, los cuerpos pintados, objetos alegóricos, comparsas, flashmobs, maratones, etc. que, desprendiéndose del mismo movimiento social, son de factura más bien anónima, colectiva y popular. Ello pese a que algunas de estas producciones sean el fruto de actores insertos en el campo artístico docto, especialmente por medio de las escuelas de artes visuales universitarias. Es el caso, por ejemplo, de la silla escolar gigante hecha en Santiago o del gran lienzo de “Valís one dollar” realizado en Valdivia el año 2011, entre muchos otros.
Video "Güeros haciendo cumbia: entrevista a Afrodita (México, 2012)"
por Carolina Benavente Morales
Este video es el registro editado y documentado de una entrevista que sostuve con la banda mexicana electrocumbiera Afrodita, integrada por Karin Burnett e Imanuel Miralda. La cumbia es quizás el género musical más difundido y arraigado en toda América Latina –con excepción de Cuba y Brasil-, pero hasta hace poco la elite se limitaba a escucharla en especiales ocasiones de desbande festivo, como las bodas o los años nuevos. Su escucha, de esta manera, permanecía relegada al segmento popular que le dio diversidad de estilos mediante circuitos de producción musical más bien autónomos respecto de la gran industria con eje en Miami; circuitos autónomos muchas veces vinculados a flujos migratorios regionales. Esto comienza a cambiar hacia fines de los años 1990, creciendo el gusto cumbiero en un circuito alternativo y clasemediero bastante eurocéntrico y, hasta ahora, adepto principalmente al rock, dentro de un fenómeno que se da en y entre diferentes países del continente, como Argentina, Chile, México y Perú.
Por medio de Afrodita, Karin e Ima participan activamente de este proceso, reconociéndose como güeros (rucios) que hacen cumbia. La entrevista está salpicada de material visual y audiovisual relativo a la banda y a través de ella podemos conocer un poco más acerca de su formación, sus relaciones con otras propuestas dentro de la escena cumbiera mexicana y latinoamericana, su particular orientación hacia la visualidad, la performance y la fantasía y su preocupación por cuestiones de diversidad e integración social y racial. En un contexto histórico marcado por la persecución y el derrumbe de las ideologías críticas de la modernidad, así como por el desarrollo de una conciencia ampliada de la globalización, la cumbia asoma como un nuevo referente epocal mediante el cual se reelabora y reemprende un devenir popular de las elites latinoamericanas; un devenir donde ahora confluyen amor, humor, color y sabor.
Panorámica del lugar
Una fábrica de poesía: La Carnicería Punk, de Diego Ramírez*
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
En el centro de Santiago de Chile existe un rincón al que estoy orgullosa de haber pertenecido durante parte del 2007 y el 2008: La Carnicería Punk. Allí funciona Moda y Pueblo, que es a la vez la micro-editorial bastante reconocida en el rubro y el taller literario para escritores nóveles de donde surgen los libros principales de su catálogo. Pero al comenzar hablando de La Carnicería Punk, quiero girar la vista hacia el lugar sin el cual Moda y Pueblo no existiría o, al menos, no de la misma forma. Una cueva de Alí Babá plagada de versos y visuales en las paredes y las estanterías, collages metafóricos extraídos de periódicos, un altar protector de vírgenes y santos sincréticos, fetiches líricos enfrascados que posan sobre un peluche rosado delante de un neón, algunas flores y juguetes de plástico para la imaginación, unos esténciles de Arthur Rimbaud y otros retratos de poetas que te miran mientras escribes o que tú miras con cara de interrogación: Virginia Woolf y Julio Cortázar, Frida Kahlo y Kurt Cobain, Diamela Eltit, Mario Benedetti, Perlongher, David Bowie, Yoko Ono, el Che, Allen Ginsberg, Simone de Beauvoir, Gabriela Mistral y muchos más, junto a algunos libros, fotocopias, parlantes musicales y revistas para recortar.
Tony Smith, "Die", 1962-1968
Michael Fried. "Arte y Objetualidad" (1967). Presentación y traducción.
Presentación de Carolina Benavente Morales
Traducción de Carolina Benavente, Macarena Brevis y Carolina Cárdenas
Presentación
El texto “Arte y objetualidad”, de Michael Fried, es un clásico de la teoría del arte contemporáneo porque, a partir de su aversión por el arte minimal o, como lo llama, arte literalista, el autor señala algunos de sus principales aspectos. Publicado originalmente el año 1967 en la revista Artforum, este ensayo permite apreciar el desafío lanzado hacia el formalismo por prácticas y perspectivas artísticas alternativas, con un alcance político disruptivo en la medida que escapan de la neta contemplación para ensayar diversos modos de participación del sujeto en la obra. Así, mientras el expresionismo abstracto de la inmediata posguerra había involucrado la recomposición individual del artista mediante la práctica del action painting (pintura de acción), el arte minimal de los 1960 conlleva una expansión hacia el espectador. El texto de Fried denuncia esta salida de encuadre acusando al arte minimal de caer en la teatralidad como principal recurso del “no arte”.
"Blanco/Negro", exposición de tapices experimentales de Claudia Tapia (2012)
por Carolina Benavente Morales*
cbenavem@gmail.com
Por medio de una serie de tapices experimentales construidos bajo los conceptos de "economía de medios" y "recuperación de memoria", la muestra “Blanco/Negro”, de Claudia Tapia Rabuco, investiga la diferencia cultural existente en torno a estos dos “no-colores”, como les llama. Esta muestra puede visitarse en la Biblioteca de Santiago hasta el próximo miércoles 30 de mayo de 2012.
La motivación original para desarrollar estos tapices, de acuerdo con la artista, se relaciona con las contrapuestas lecturas que poseen el blanco y el negro en dos civilizaciones: Occidente y Oriente. En efecto, mientras en el primer caso "el negro simboliza el luto y el blanco la pureza", en el segundo "el negro es símbolo de protección y el blanco lo es de pérdida y muerte". Desde la psicología del color, anota ella, es posible advertir cómo éste afecta a las personas y su percepción del entorno, pero ¿de qué manera incide la cultura en nuestra propia manera de percibir los colores? Tal es la pregunta que parece guiar la investigación de la artista.
Taller de Mapeo Colectivo coordinado por Iconoclasistas en Barcelona, julio 2011
Artivismos para el 2012: creando ciudadanía*
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
Así como muchos recordaremos el año pasado por el Thrillerazo, el Gagazo, las besatones o el "Instant Cacerolazo", desearíamos que el 2012 fuese pródigo en acciones a la vez creativas, divertidas, colectivas y comprometidas. En efecto, ellas le dieron cohesión y fuerza al movimiento estudiantil, logrando además ganar nuestra simpatía mayoritaria como chilenos. Pero no se juega dos veces con la misma sorpresa y las condiciones del juego han cambiado, pues la protesta ha estallado, la represión ha aumentado y ahora es otro el objetivo de los jóvenes dirigentes: la articulación de un conjunto más amplio de reivindicaciones sociales, sin las cuales, de todas maneras, no podría llegar a tenerse una educación gratuita y de calidad. Así, en principio, estaríamos todos invitados a sumarnos a un proceso inédito de diálogo y acción a escala nacional.
Como se trata de no repetir los desacreditados esquemas políticos vigentes, lo anterior plantea numerosas interrogantes en cuanto a los mecanismos a emplear, aspecto en el cual, nuevamente, el arte puede hacer una gran contribución. En efecto, a pesar de sobresalir por su carácter multitudinario, las manifestaciones estudiantiles del 2011 bien pueden enmarcarse dentro del vasto campo de posibilidades que, a lo menos desde la década del 1970, nos ofrece el llamado “artivismo”. Contracción de arte y activismo, este término remite a prácticas estéticas de acción directa, concreta y sostenida dentro de un campo de lucha social. Como parte de una nueva estrategia de contra-poder, los artivismos han protagonizado las últimas movilizaciones sociales a nivel global, pero, ante su variedad de métodos, alcances y perspectivas, y a pesar de su espontaneidad, puede ser bueno preguntarse cuáles podrían ser más afines al mencionado objetivo de la articulación social.
El habitante lírico: Los destinos, el poemario de CulebraNegra (2011)
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
Este poemario se lanza hoy sábado 10 de marzo de 2012 a las 20:00 h en el nuevo Centro Cultural Ciudadan@os, ubicado en Eduardo Castillo Velasco 2811, Ñuñoa, Santiago (todos invitados, entrada liberada). A continuación una breve reseña del libro.
Una trama de afectos recortada del enjambre citadino nos presenta Los destinos, el primer poemario de CulebraNegra (Salvador Troncoso Curivil, Santiago, 1975). Entre el vértigo y la mudez de la emoción, el autor nos envuelve con el halo poético de una historia de desenfreno y desaliento que transcurre en un rincón sumergido de la realidad chilena. Trama que, a pesar del título de la obra, se consuma líricamente mediante la conexión y desconexión constante de los personajes entre sí, un conjunto de amigos cuyos sentires y devenires santiaguinos parecen flotar en el vaho del tiempo.
Para materializar su propuesta, CulebraNegra ha enturbiado la expresión del sentimiento original mediante una fragmentación aleatoria y una recomposición libre del texto, el que resurge desde sus versículos aislados como una posibilidad entre otras, inexorable solamente al mirar la traza de lo acontecido. Asimismo, los procedimientos de censura, tarjado y collage empleados en esta autoedición de raigambre fanzinera dejan rastros gráficos en la hoja, insistencia de una huella en la desaparición, indicio de la multiplicidad de caminos que se entreabren cada vez que oteamos el horizonte estético.
Arte, ciudadanía y cultura popular:
"Arte de Cordel Recargado" en Valdivia (noviembre 2011)*
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
Índice (los vínculos sólo funcionan con la página abierta)
Ciudadanos-artistas en la Plaza
Una buena cazuela, un gran collage
Durante el año 2011, los chilenos nos familiarizamos con incontables manifestaciones que cautivaron a la ciudadanía y cohesionaron el movimiento estudiantil en torno a sus demandas por una educación gratuita y de calidad. Tal explosión de creatividad colectiva no se había visto antes en el país, pero los cuerpos pintados, los pasacalles, los suicidios colectivos y los flashmobs, entre otros, forman parte de una larga serie de intervenciones estéticas en la sociedad. Realizada en distintas localidades de Chile el sábado 19 de noviembre de 2011, "Arte de Cordel Recargado" no surgió directamente del movimiento estudiantil, pero es parte de esa otra historia que se hizo visible gracias a sus protestas. La actividad, organizada por la plataforma virtual llamada en forma irónica Museo de Arte Moderno de Chile (MAMCHI), consistió en que cualquier persona interesada pudiese exhibir sus obras de arte colgándolas de cordeles en el espacio público, con el fin de expresar sus propias y diversas reivindicaciones.
Debido a su mayor exposición mediática, las acciones artísticas dirigidas a la televisión y a las redes sociales acaparan la atención de ciudadanos y expertos, a pesar de que se acompañan y en general se imbrican a otras que carecen de tales características. En particular, “Arte de Cordel Recargado” no sólo privilegió la acción desenchufada y desconectada, sino que además se desvió de la estética pop predominante. En efecto, su referente es la literatura de cordel, un género popular rural-urbano que tuvo vigencia sobre todo en el siglo XIX y cuyo nombre responde a que sus pliegos impresos se vendían, justamente, colgados de cordeles. Esto plantea mucho interés desde el punto de vista de la relación de las intervenciones artísticas con la cultura popular, ya que, al recurrir a ésta, los chilenos movilizados de hoy ensayan estrategias estéticas que no tienen cabida ni en la masividad ni en la esfera virtual. Ahora bien, si este tipo de intervenciones persiguen la transformación social, ¿cómo fue que lo logró “Arte de Cordel Recargado”? Voy a abordar esta pregunta en términos de los agentes, los discursos y las prácticas socioestéticas enfocando la actividad realizada en Valdivia, en la cual participé.
"Clamton y los cardos". Fotocomposición de Carolina Benavente a partir
de retrato fotográfico ideado por Clamton y tomado por Ricardo Peralta.
Una isla en el Mar de la Nada: Clamton, el cómic y el pensar vegetal
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
Más conocido por el seudónimo de Clamton, Claudio Galleguillos es el autor de una obra excepcional dentro del cómic chileno. Tanto, que dio origen al primer libro de cómic nacional, Historias. Planetas, cerebros y átomos, publicado en Santiago por Trauko-Fantasía el año 1990 y convertido en objeto de culto con el pasar del tiempo. Este dibujante y escritor chileno nació el 4 de marzo de 1968 en La Serena y falleció el 6 de enero de 1994 en Rancagua, ciudad a la que su familia se trasladó a vivir cuando él tenía cinco años. Al morir, tenía veinticinco. Poco a poco, su vida y su obra están siendo recuperadas e intentaré contribuir a este rescate perfilando lo que podría llamar su "pensar vegetal" y subrayando lo inusual que éste resulta en el ámbito del cómic y en el del arte chileno en general.
Debido a la intensidad de su nexo sensible con el mundo, las cosas no fueron sencillas para Clamton. Fue adepto al dibujo y la escritura desde muy joven, desarrollando varias de sus ideas y prácticas estética junto a su compañero y amigo Jorge Mariscal o Matterscal, y el año 1986 ingresó a la Escuela de Artes de la Universidad de Chile. Como en otros frentes de la vida, y pese a que hoy en día parte de su obra está alojada en el servidor web de esta institución, se topó allí con una gran incomprensión. Crecientemente despreocupado de las convenciones sociales, dejaría sus estudios sin finalizar, pero en esos años ya se había conformado un circuito artístico alternativo donde pudo encauzar su búsqueda estética. Este circuito es el de revistas como Trauko, Matucana o Bandido que impulsaron el cómic underground local, apoyándose para ello en la realización de eventos y fiestas y en la difusión en algunos programas televisivos juveniles. Por medio de la Trauko, creada por iniciativa de Pedro Bueno y Antonio Arroyo, la movida española se hizo presente en el país, propiciando el destape a la chilena. Clamton era reconocido entre sus colegas por tener la propuesta más original, y los europeos gestionaron la publicación de su libro, alentándolo a seguir creando. Las palabras de un actual cultor y promotor del género, Carlos Reyes, pemiten formarse una idea general acerca de esta obra y su impacto:
Y ciertamente sus paisajes oníricos, y a veces pesadillescos, están llenos de alusiones conscientes o inconscientes a órganos, plantas, espinas, células, virus y seres fantásticos rodeados por la indiferencia y crueldad de una naturaleza despiadada, lanzada en un cotidiano avance hacia la entropía, como si el dibujante quisiera descifrar esos mundos poblados de vida y muerte que habitan nuestros cuerpos. Clamton podría ser un hijo bastardo del cineasta Canadiense David Cronenberg, pues al igual que éste, anuncia el cambio, la mutación y la enfermedad que subyace bajo nuestra carne y dentro de nuestras mentes. Sus cómics disectan el espacio y la carne con una lucidez lapidaria. Leer a Clamton provoca y afecta.
(Carlos Reyes, SF. "La verdad sobre plantas y átomos". Ergocomics.cl. el sitio del cómic chileno y latinoamericano).
UNA VISITA A LA CARTO: ELOISA CARTONERA,
EL COLECTIVO Y LA CATÁSTROFE
Por Carolina Benavente Morales
Una vez, discutiendo con una curadora danesa sobre la etiqueta "arte latinoamericano",
le dije que solo me interesaba la segunda parte, "latinoamericano".
Si lo que hago es o no arte no me preocupa, sí que sea latinoamericano.
Javier Barilaro