Director
Silvia Rivera Cusicanqui:
“Concibo al arte como camino de conocimiento”
Por Eli Neira desde La Paz febrero 2018
Estamos en un museo de la ciudad de La Paz con Silvia Rivera Cusicanqui y el curso de sociología de la imagen verano 2018. Hemos venido a ver un cuadro de la colonia que narra una de las rebeliones indígenas más importantes de la historia, el sitio que a principios de 1781 liderara Tupac Katari rey de los Aymara, y que mantuvo a los habitantes de la capital colonial, sin agua, sin alimentos, rodeada y con un miedo de la puta madre durante 6 inolvidables meses.
Un cordón nos separa del lienzo que está colgado en el “living” de la casa señorial. Silvia mira a su alrededor, agarra el cordón que nos separa del cuadro y lo saca para acercarse y poder acercarnos todos a mirar en detalle. En eso estamos, impresionados por la proliferación de escenas que dan cuenta de ese importante suceso histórico, cuando aparece una guardia y nos increpa. Silvia da pie atrás pero insiste desde su embestidura de experta en la necesidad de ver el cuadro de cerca, “porque lo estamos estudiando” argumenta. La guardia se ha montado en su embestidura también y nos bloquea el paso con su cuerpo forrado en un uniforme verde. No podemos pasar. Se tensiona el ambiente y el deseo de desobediencia brilla en los ojos de nuestra maestra, que pese a sus bien vividos años se niega a asimilar el orden injusto de las cosas.
Hay pasión en Silvia y su historia de mujer rebelde, demasiado inteligente, demasiado atractiva cuenta la leyenda en sus tiempos mozos, hoy una de las mentes más brillantes de América Latina, que ha abierto a través de sus libros y su práctica descolonial un camino de regreso a casa para pensarnos los latinoamericanos desde la potencia desconocida de nuestra existencia manchada o Ch´ixi como ella dice.
Mujer de múltiples exilios, hoy vive la militancia con las manos en la tierra, realizando su utopía en el espacio de El Tambo donde todos años, desde su salida forzada de la Universidad estatal, dicta el curso de sociología de la imagen y existe en vida colectiva con sus compañeros de colectivo y sus alumnos que vienen de todas partes del mundo. Allí todos los sábados se hacen jornadas de trabajo colectivo y también se hacen buenas fiestas al finalizar cada curso. A Silvia le gusta la fiesta, dice que es un momento de descolonización de nuestros cuerpos, cuando volvemos a la comunidad.
Representación de las Mujeres Tehuanas
Un análisis semiótico de “Sandunga” en ¡Qué viva México!
de Sergei M. Eisenstein
Oscar Rubelio Ramos Gómez
Resumen
En este artículo se analiza el episodio “Sandunga” en ¡Qué viva México! De Sergei M. Eisenstein, desde la perspectiva de los estudios en semiótica, haciendo comparaciones del montaje utilizado por este cineasta ruso; se estudia la ausencia de un objeto artístico denominado xicalpextle, cuyas representaciones de la vida social y cultural de las mujeres tehuanas podrían llevar a conclusiones de los significados que Eisenstein no expresa explícitamente en su este episodio, pero que están presentes implícitamente a través de dicha ausencia.
Abstract
This article describes the episode "Sandunga" is analyzed Qué viva México! of Sergei M. Eisenstein, from the perspective of semiotic studies, making comparisons assembly used by the Russian filmmaker; the absence of an artistic object named Xicalpextle, whose representations of social and cultural life of the Tehuantepec women could lead to conclusions of the meanings that Eisenstein not explicitly expressed in his this episode is studied, but are implicitly present through such absence.
El episodio de “Sandunga” en el film ¡Qué viva México!, representa una parte importante dentro de la investigación cinematográfica, ya que por su contenido temático tan característico dentro de la representación de las mujeres tehuanas en las bellas artes, mantiene una relación de obra de arte dentro del análisis semiótico para entender el estilo de creación de Sergei M. Eisenstein.
Entrevista a ALEJANDRO ELORDI
Entre Tú y Yo: ROSA MATILDE JIMÉNEZ CORTÉS
EntreVistArtista (EVA) © 2009 – 2014
"Nunca me gusto hablar sobre mí, me involucro sólo en proyectos que me resultan interesantes o impulso los míos cuando siento la necesidad de hacerlo y esto ha sido así desde que tengo uso de razón. De una una u otra forma, siempre he estado involucrado en algún proyecto artístico y desde hace un año más o menos, integro un colectivo político-cultural llamado Vatayón Militante, que aborda los distintos aspectos del arte y la cultura popular; fomenta la participación ciudadana para crear canales que potencie el desarrollo creativo a través del arte. El arte como un medio liberador." (Ale Elordi)
PRAT Y GRAU PRESOS EN LA HAYA
(límites y fronteras en el Chile de hoy)
Por Andrés Ovalle
El límite –o frontera- territorial chilena se viene discutiendo desde la Guerra del Pacífico. Hoy dos de nuestros tres vecinos nos han llevado a la Corte Internacional de La Haya a fin de legitimar causas limítrofes que luego de más de 100 años todavía desfavorecen las relaciones con nuestros países hermanos.
Para quienes exploramos las fronteras del arte, este conflicto es un terreno rico en significaciones semánticas y plantea una problemática, la de indagar en la historia para reflexionar sobre el territorio, la multiculturalidad y el imaginario Latinoamericano.
Como artista, y después de vivir y hacer arte en una ciudad cosmopolita como Nueva York y de realizar los proyectos “Retrato de una Presidenta 2006-2010”, y, “The Chilean Crisálida, biografía de un movimiento”, sobre el movimiento social chileno del 2011, he podido participar del despertar global y las protestas contra los abusos de un sistema perverso donde una minoría endeuda y oprime los sueños de una mayoría; los medios de información manipulan la verdad; el congreso es incapaz de auto regularse, se venden a precio de huevo los recursos naturales; y los ciudadanos son devorados por una economía de libre mercado insaciable. Por esta razón, y por tantas otras, es que muchos artistas de mi generación nos hemos visto trabajando desde la contra-cultura -en el borde- y cuestionando la cultura oficial a fin de demandar mayor participación en la reflexión de lo público, con el objetivo de erradicar la insensibilidad que mecánicamente se ha perpetuado en el corazón de quienes ostentan el poder.
LA REALIDAD PANTALLA
Introducción
De la inversión de la pantalla
y el cine Peter Greenaway
La realidad ordinaria
y el cine de Michael Haneke
De la metáfora delirante a la fragmentación a la letra
en el cine David Lynch
Al concluir la serie que he dedicado a la obra de David Ly nch, luego de 12 artículos, 12 meses largos de trabajo de investibación, recopilación y escritura, he sentido la necesidad de hacer 'alguna' síntesis de los trabajos que he publicado estos últimos años, la mayoría de ellos alrededor del concepto de 'pantalla' y por lo tanto de 'realidad'. Ya desde los primeros escritos sobre el cine de Michael Haneke, de Eulalia Valldosera, más adelante sobre la obra de Dora Garcia, se ha ido perfilando que la idea de pantalla y de realidad nos lleva al mismo punto: la construcción de un aparato para leer, la realidad no la podemos 'representar', no la podemos leer sin un aparato de lectura. En función de este aparato de lectura podemos determinar el tipo de realidad en que nos estamos moviendo.
A esto pego el salto al otro lado del Atlático y me introduzco en el mundo de John Cage, y ultimamente en el mundo de David Lynch, con este último hemos podido profundizar, en alguna medida, en lo relacionado con la realidad virtual, realidad en que se mueve, produce, y contruye David Lynch. Si podemos afirmar que la obra de Michael Haneke nos muestra el funcionamiento de la realidad ordinaria, y David Lynch la de la realidad virtual, he necesitado porner una obra de la misma caladura para dar cuenta del modo de construcción de la realidad 'fantasmática', del modo de realidad, como el mismo dice y nos muestra, que nos permite realizar desde el humanismo del s.XV hasta la caída de la modernidad, mediados del XX. Con una pequeña introducción y tres artículos dedicados a estos realizadores, haré este pequeño corte, antes de meterme de lleno en una nueva serie, desde un ángulo completamente diferente: La mujer....a la perfomance.
introducción
La realidad pantalla
Toda la teoría de la representación se trata de una proyección, proyectar una imagen propia del artista sobre la materia del papel, de la tela, de la madera, de la piedra, etc. Como el objeto/cosa mira al artista, como la mirada/objeto se construye bajo la mirada del sujeto/artista, que la proyecta sobre la materia y la hace imagen, la imagen es una construcción entre el objeto/cosa y la mirada/objeto. De esto se trata desde hace 500 años con la invención de este aparato de la proyección que es la geometría descriptiva, o también denominado aparato de la perspectiva, la primera teoría/aparato de la pantalla, donde la pantalla es su herramienta fundamental. No es que la pantalla no existiera en la antigüedad, solo que se trataba de una pantalla material –real- en la antigua Persia, o el antiguo Egipto…los muros de Tebas son testimonio de ello, no había representación de la pantalla, se escribía directamente sobre la pantalla, real. Del otro lado del mundo, en China y Japón, no había representación de la pantalla, se escribía directamente sobre el papel, escritura e imagen son la misma cosa, se trata de la escritura de una imagen.
Es el cine de Peter Greenaway que me ha llevado a revisar esta cuestión fundamental: como la imagen se hace escritura, nos lleva a recordar que se trataba de la escritura de una imagen. Tres obras (dos películas y una instalación) son centrales en el repertorio de Greenaway: The Draughtsman's Contract, Pilow Book, y The Stairs, Munich Projection. Con estas obras veremos la maestría de PG en la manipulación de ‘la pantalla’, no solo como dibujante, como regista, sino como instalador de ‘la luz’. ¿Acaso la luz no es fundamental para la instalación de la pantalla? Evidentemente lo es, para instalar el aparato de la perspectiva necesario para calcular un paisaje, para instalar la escritura en el cuerpo/pantalla del modelo, necesaria para su lectura y transcripción, o para iluminar la ciudad, para usar a la luz como lápiz que le permite escribir sobre las pantallas de una ciudad.
El cine de Haneke opera con el aparato que produce la imagen y no con la imagen como producto. Esto convierte la realidad en ordinaria, ubica al espectador entre las “pantallas”, para ser, finalmente, operado por el operador: es lo que llega con el vídeo, la fotografía numérica o la videoperfomance. Según Haneke realidad ordinaria quiere decir la conjunción de adolescente y detonación, y en particular su ciclo de la gelificación emocional, donde el adolescente es el protagonista principal...y el desenlace final siempre es la detonación. La realidad en tanto que ordinaria se da en un orden sucesivo de cosas y de acontecimientos, y tiene un fin irremediable: la detonación La realidad será vista según el punto de vista del adolescente; por lo tanto, el adolescente opera con esta realidad, la realidad manipulada por los medios tecnológicos: es lo que vemos en el cine de Michael Haneke. El adolescente no puede entrar en la realidad de los adultos, en tanto que fantasmática, inconsciente... operada por lo real del objeto. Con la modernidad el adolescente ya formaba parte del mismo proceso, ocupaba el lugar del Otro. El adolescente no busca la aprobación ni el rechazo de sus padres, pero sí la complicidad del espectador (la realidad en tanto que virtual); no se presenta como protagonista, sí como un espectador, a través de los medios; no consulta a su familia o a personas allegadas, sólo al espectador, del otro lado de la pantalla.
David Lynch
De la metáfora delirante a la fragmentación a la letra
Luego de ofrecerles el recorrido prometido, 12 artículos sobre la obra, fundamentalmente filmográfica, de David Lynch, intentaré hacer una síntesis de las cuestiones fundamentales planteadas y no todas resueltas, entre la imagen delirante y la imagen a la letra: la fragmentación.
De la metáfora delirante: los primeros cortometrajes, Cabeza Borradora
Ante una radical caída del sentido…el sentido que cubre la falla de la imagen, surge la a fragmentación. La imagen…el objeto en tanto escopico…la mirada del Otro, desde otro que mira, se fragmenta…no hay argumento previo, historia previa, no hay un encadenamiento significante de las imágenes, son meramente fragmentos, fragmentos de un todo que no se puede reconstruir, excepto que el espectador le otorgue sentido, le de interpretación, ante el fallo significante, esta viene del registro imaginario, ejemplo de ello son el comic, el grafitis, el pachwerk.
A la letra. El objeto da una unidad a la imagen, que en sí misma es fragmentada, ahora un brazo, ahora una pierna, una cabeza, las caderas, una espalda, incluso unos ojos, una nariz, etc.es el objeto que permite decir e incluso ver ‘un cuerpo’, el cuerpo en tanto imagen es unificado por el objeto, mejor dicho ‘por la falta de objeto’, el objeto en tanto falta permite esta unidad, falta en el cuerpo, la mirada, la voz…están fuera del cuerpo, extraídas del cuerpo. Sino es así el cuerpo sería un objeto, un cuerpo de sufrimiento, un cuerpo de malestar, un cuerpo patológico, enfermo, dado al goce del Otro.
La letra soporta por ser la materialidad del significante, y por ser la materialidad de la imagen, la cara real de lo simbólico, la cara real de lo imaginario, o también lo real que no se puede simbolizar, lo real que no se puede imaginarizar, aquí está la acción a la letra, en sí misma, no remite a otro ni se encadena con otra.
Ante esta caída por un lado de la cadena de la argumentación, por otro del encadenamiento de la imagen, ante la caída del sentido, Lynch va a recurrir a la fragmentación, que no unifica, que no hace serie, a una realidad que se puede llamar virtual. Ya no se trata de una realidad de la escena (fantasmática), ni una realidad detrás de la escena, de una sucesión de las acciones hasta su desencadenamiento final, sino una tercera vía, donde nos muestra lo imposible de la unificación del objeto, nos lo muestra siempre en construcción, nos muestra el fallo entre lo real y lo imaginario, el fallo simbólico que permite hacernos ver, no siempre, lo falso de esta construcción, lo falso de la escena. ‘La falla’ estructural de la imagen, así como la 3D nos quiere mostrar una imagen perfecta, sin falla, Lynch se coloca en el lado contrario, en lo imposible de esta propuesta, no se trata de un espectáculo sino de ‘espectar’ de estar a la espera de lo que no se va a producir.
David Lynch
De la metáfora delirante a la fragmentación a la letra
No me queda muy claro porqué emprendo la escritura de esta serie de artículos sobre la obra –magistral- de David Lynch. Quizás por haber dedicado tantos años a la investigación sobre la obra de Michel Haneke, en las antípodas de Lynch, compilada en mi libro: ‘La realidad ordinaria y la obra de Michel Haneke’. Quizás porque el año 2010 se lo he dedicado a la obra de John Cage, todo un descubrimiento para mí, que me ha llevado a poder pensar sobre el valor de ‘el silencio’ no solo para el arte sino para el sujeto moderno (serie de artículos publicados en Escáner Cultural). Quizás porque esto me ha llevado a leer con más detenimiento el trabajo fundante que hace Jacques Lacan sobre la obra de James Joyce, ‘la estructura como una escritura’. Si en Cage me quedó claro que la música es ‘a la letra’, ni para el instrumento ni para la voz, como objeto, demostrar cómo Lynch pasa de sus primeras películas, fundadoras de su obra, construidas como una metáfora delirante, a sus últimas donde poco a poco se va perdiendo toda narración, si alguna quedaba, para ir construyéndolas ‘a la letra’, fragmento a fragmento, será todo un reto. Quizás por el prestigio incuestionable que su obra ha adquirido no sólo a nivel académico y artístico, más allá del cine, tal que se ha hecho imprescindible para poder leer el derrotero que la imagen ha producido en el siglo XX: de Hitchcock a Lynch, es decir demasiado. Quizás por la densidad visual y de comprensión de su obra, tantas veces su visionado se me hace insoportable, atravesar lo insoportable, poder decir algo sobre lo insoportable será parte de este trabajo, espero poder cumplir con cada una de las etapas señaladas y ofrecerles el recorrido prometido.
He dividido mi trabajo en etapas, quizás para poder seguir un programa marcado previamente, quizás para poder hacer etapas en el camino, etapas que no había podido realizar con anterioridad:
4. Las películas: primera parte
MUERTE Y TRANSFIGURACIÓN
Así como he tomado como introducción, los cortos y dos de sus primeras películas,Cabeza Borradora y El Hombre Elefante , para este apartado he decidido tomar:
Terciopelo Azul. 1986
Corazón Salvaje, 1990
Carretera pérdida, 1997
Dejaremos para el final:
Moholine Drive, 2001
Islan Impere, 2006
Esta dos series son el cuerpo central de la obra de David Lynch, la salida paulatina de la imagen delirante de Cabeza Borradora y El Hombre Elefante para hacer su entrada magistral en ‘la escena’, pero aquí no se trata de una escena fantasmática, según algunos autores, sino de una escena alucinatoria, que no está sostenida por el significante, lo real se presenta descarnado, el Otro no habla, devora, mejor dicho desborda, el borde no contiene, se dilata hacia lo inconmensurablemente grande, se contrae hacia lo desmesurablemente pequeño. Se trata de lo desmedido…lo que ha perdido dimensión. ¿Cómo se puede medir? Terciopelo Azul y Corazón Salvaje representan la curva ascendente en dicho proceso, Carretera Pérdida, el cenit, la cumbre en la presentación de este poderoso aparato, todo encaja porque no encaja como en un patchwork. Moholine DriveyIslanEmpire, ya dentro de la escena, el cine por dentro, la magistral explosión final. Este es mi recorte, podría ser otro, entonces se trataría de otro trabajo, y por supuesto de otro punto de vista, el objetivo final también sería otro.
Kalül Trawün_Reunión del Cuerpo viaja a
imagineNATIVE Film and Media Arts Festival en Toronto
Esta obra fílmica de Francisco Huichaqueo expuesta y rodada entre el 17 de diciembre y el 15 de enero en la Sala de Arte MNBA Mall Plaza Vespucio, correspondiente al proyecto Museo Sin Muros viaja invitada al festival de Toronto imagineNATIVE Film Festival. En Kalül Trawün el artista aborda la temática del mestizaje y la relación entre el Estado y los pueblos originarios desde una postura distinta a la polaridad del nosotros y los otros.
Desde 1998 imagineNATIVE Film + Media Arts Festival es un festival internacional emplazado en Toronto que promueve y difunde las creaciones más recientes de artistas indígena en la vanguardia de las innovaciones en cine , video, radio y nuevos medios. La programación del festival, las charlas y talleres atraen y conectan a los cineastas, artistas mediales , compradores, programadores y profesionales de la industria de todo el mundo. La diversidad de los trabajos en el festival es un reflejo de la diversidad de los pueblos nativos el mundo y deja de manifiesto la vitalidad y excelencia de sus creaciones. ImagineNATIVE está comprometido con la lucha en contra de estereotipos y mitos en torno a los pueblos indígena y es a través de esta plataforma que pretende mostrar sus perspectivas únicas e historias particulares .
David Lynch
De la metáfora delirante a la fragmentación a la letra
Alberto Caballero
No me queda muy claro porqué emprendo la escritura de esta serie de artículos sobre la obra –magistral- de David Lynch. Quizás para poder demostrar cómo Lynch pasa de sus primeras películas, fundadoras de su obra, construidas como una metáfora delirante, a sus últimas donde poco a poco se va perdiendo toda narración, si alguna quedaba, para ir construyéndolas ‘a la letra’, fragmento a fragmento, será todo un reto. Quizás por la densidad visual y de comprensión de su obra, tantas veces su visionado se me hace insoportable, atravesar lo insoportable, poder decir algo sobre lo insoportable será parte de este trabajo, espero poder cumplir con cada una de las etapas señaladas y ofrecerles el recorrido prometido.
He dividido mi trabajo en etapas, quizás para poder seguir un programa marcado previamente, quizás para poder hacer etapas en el camino, etapas que no había podido realizar con anterioridad, el programa general se puede consultar en la edición de Escáner Cultural de marzo del 2012:
1. Antecedentes: Pensar el agujero.
Primera parte
Antonin Artaud*
El Teatro de la Crueldad
“Se trata pues de hacer del teatro, en el sentido cabal de la palabra, una función; algo tan localizado y tan preciso como la circulación de la sangre por las arterias, o el desarrollo, caótico en apariencia, de las imágenes del sueño en el cerebro, y esto por un encadenamiento eficaz, por un verdadero esclarecimiento de la atención.”
MIGUEL JIMENEZ-EL TALLER DE ZENON.
Celebrado entre los dias 4 a 11 de Noviembre, el Festival de Cine Europeo de Sevilla ha logrado estar en tan sólo ocho ediciones, entre los tres primeros de España en número de espectadores (más de 70.000 en la pasada edicion) tan sólo por detrás de San Sebastián y Sitges, como ha declarado su director Martín-Domínguez, quien ha añadido : “Tenemos un respaldo sólido y el reconocimiento exterior. Prueba de ello es que los distribuidores y productores nos siguen entregando grandes películas.
A pesar de haber sufrido los efectos de la crisis que padecemos con una importante reducción en su presupuesto y un día menos de duración, el Festival ha ofrecido más de 150 títulos entre largometrajes, documentales y cortos; homenajes a reconocidos cineastas como Nikita Mikhalkov y María Galiana; y un ciclo especial dedicado al cine de Rusia, país invitado de este año, amén de un elevado numero de actividades paralelas configurando el que, en palabras de su director, iba a ser “el mejor festival de todos los que se han celebrado”, con un optimismo ciertamente difícil de compartir.
Con la esperanza de su continuidad a pesar del cambio de color político de turno y de la reducción de los medios puestos a su disposición, queremos apostar por un Festival que se ha centrado en la difusión y distribución de un cine hecho en Europa, con cineastas nuevos o expertos, con unas características propias y una temática que aunque muchas veces resulta sórdida, es un fiel reflejo de las actuales circunstancias vitales de esta llamada unión europea que día a día vemos tambalearse.
En la gala de clausura se ha hecho público el palmarés del certamen, en una edición marcada por una calidad desigual en los trabajos presentados y la presencia de cierta diversidad de géneros, pero con el agradecimiento de haber coincidido en su mayor parte con la elección de los premiados, cosa rara en cualquier festival pero mas aún en éste.
MEJOR PELÍCULA
El jurado del SEFF’11 ha concedido el Giraldillo de Oro a la Mejor Película a la producción noruega SIEMPRE FELIZ, de Anne Sewitsky, “por mostrar un retrato de la Europa contemporánea a través de la vida de gente ordinaria, por contar una historia edificante y sutil sobre seres humanos y por celebrar el amor y la calidez en las relaciones humanas como el pegamento que mantiene todo unido”
Ha sido realmente una sorpresa agradable en los primeros días del festival. Desde Noruega nos llega esta cinta donde dos parejas con sus hijos respectivos dan vida a este relato a la vez divertido y corrosivo. Seis personajes bien dibujados que se enfrentan a la realidad bien distinta de unas vidas aparentemente perfectas dentro de un guión excelente, bien construido y bien interpretado. Podría decirse que se trata de una sonrisa en la fría Noruega, en una sociedad a la que cuesta tanto expresar sus sentimientos. Especialmente divertidos y preocupantes los juegos a los que se dedican los chicos.
Desde Chile:
Entrevista con Raúl Ruiz
“El oscar es un balazo en la cabeza”
Entrevista realizada a Raúl Ruiz en 2007 por Elizabeth Neira, que publicamos como un recuerdo al alucinante maestro del cine que recientemente murió (19 de agosto de 2011) en París, Fracia, país en el que estaba radicado desde su exilio en septiembre de 1973.
Por estos días se filma en Luxemburgo Amor y Virtud, última realización del cineasta chileno avecindado en Francia, Raúl Ruiz con John Malkovich y Darryl Hannah en los roles protagónicos. En una rápida y anónima visita a Chile, “el maestro” nos concedió esta entrevista exclusiva.
Por Elizabeth Neira
elizabeth.neira@gmail.com
La cita con Raúl Ruiz, uno de los cineasta más excéntricos (sólo superado por Jodorowsky), que ha dado esta tierra de buenos poetas y horroroso transporte público, es al mediodía en “la oficina”, un antiguo bar, casi el último de estas características, que va quedando en el tradicional barrio Providencia de Santiago de Chile. “El maestro” como suele llamarlo de un tiempo a esta parte la prensa local, llega puntual, saluda a todo el personal de la cantina vacía aún a esa hora y pide para comenzar una copa de vino blanco.
“Cuando murió Pinochet nos quedamos sin vino, lo mismo que para el golpe. Yo y mi mujer, en ambas ocasiones, estábamos en la casa de mi madre a tres cuadras de aquí y el único lugar donde pudimos conseguir que nos vendieran una botella fue en este bar”, me comenta, aludiendo a la familiaridad con que es saludado y de paso a la circularidad de las cosas.
En el hemisferio sur es el final del verano y la visita de Ruiz a Santiago ha pasado casi inadvertida, algo inusual en este país que venera a sus artistas en el exilio, una vez que han tenido éxito afuera claro, con la misma fanática ceguera con que antes los ignoró.
Pero al “maestro”, que vive en Francia desde el golpe militar, tanto el fanatismo como los años de olvido lo tienen sin cuidado. “Chile me duele menos que un lumbago” ha comentado al respecto. De la misma manera no ha tenido problema en señalar que no volvería a vivir en su país natal por ningún motivo. “Vivir acá es desvivirse, es lo contrario de la vida”, declaraciones todas que le han valido la antipatía del sector nacionalista de la cultura.
RAÚL RUIZ. LA POÉTICA DEL CINE Y LA DECONSTRUCCIÓN DE LA TEORÍA DEL CONFLICTO CENTRAL
Por Adolfo Vásquez Rocca
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso – Universidad Complutense de Madrid.
Cahiers du Cinéma: El caso Ruiz
Para nadie en el ambiente cinematográfico fue sorpresa cuando Raúl Ruiz, radicado en París, a fines de la década del ochenta era galardonado con un "premio" especial, recibido por pocos cineastas en la historia del cine mundial: Cahiers du Cinéma, la mítica revista de cine francesa, representativa del nivel más avanzado entre la crítica europea, venía a dedicar un número entero a Ruiz. Homenaje sin duda, al cineasta "francés" más importante del momento, el único que está planteando líneas renovadoras en un arte reducido a un grupo de grandes clásicos (Rohmer, Bresson, Godard), pero que ha sido escaso en nuevos autores.
"Hay en el cine una virulencia, un poder de subversión de las proporciones y de las jerarquías, un poder de subversión lógica que Raúl Ruiz pone en acción implacablemente, sin remordimiento, sin nunca plantearse la pregunta de saber si será seguido, si el público comprenderá, si incluso habrá para eso un público, si incluso el film será exhibido. No ya que no desee que sus films no sean vistos y apreciados, sino que él sabe que nada debe retardarlo, hacerlo flaquear, distraerlo de su voluntad corruptora, ni siquiera, y menos que nada la esperanza de una 'comunicación' con el público, del feed back, esa plaga de nuestro tiempo".
NUEVE REINAS ESTÁN DE DUELO EN ARGENTINA
Desde Chile, Víctor Hugo Ortega
Conmoción por la muerte de Fabián Bielinsky, el cineasta nacido en
Buenos Aires, que con sólo dos películas a su haber se proyectaba
como una de las figuras claves del nuevo cine argentino.
Lunes 26 de junio. Fabián Bielinsky recibe seis premios Cóndor por la película "El Aura". Es la última aparición pública de Bielinsky, días previos a su deceso
En aquellos días en que al otro lado de la cordillera se lamentaban por la derrota de la selección trasandina en el mundial de Alemania, se confirmaba también la trágica información de que el cineasta Fabián Bielinsky había fallecido.
La madrugada del pasado jueves 29 de junio, Bielinsky fue hallado muerto producto de un infarto, en un hotel de Sao Paulo, Brasil, lugar en donde se encontraba haciendo un casting para un spot publicitario.
Fabián Bielinsky se alzó a la fama en el año 2000 con el estreno de su ópera prima "Nueve Reinas". Protagonizada por Ricardo Darín y Gastón Pauls, esta película narraba las andanzas por Buenos Aires de dos ladrones ingeniosos y con métodos bastante particulares, que iban desde hacerse pasar por policías, hasta preguntar citófono por citófono por una tía, hasta que cayera una bonachona señora reconociendo a un falso sobrino.
20 AÑOS MIRANDO AL SUDESTE
Desde Chile, Víctor Hugo Ortega
La particular cinta de Eliseo Subiela, "Hombre mirando al sudeste", cumple su vigésimo aniversario y sigue enmarcada como una de las películas sudamericanas más importantes de todos los tiempos.
Cuando se mira la cartelera de cine de las últimas semanas cuesta elegir. Al norte, aparecen las historias corales representadas por "Crash", con un oscar a mejor película bajo el brazo. Al Oeste, la no menos interesante "Paraíso Ahora", de un tal Hany Abu-Assad, realizador palestino que viene precedido de todo tipo de galardones y buenas críticas. En puntos cardinales indefinibles, aparece "Oldboy", estética de la violencia para algunos, un nuevo aporte oriental a la linealidad hollywoodense para otros. Pero en una dirección específica, el sudeste, hay un vacío, una suerte de territorio que no es poblado cinematográficamente desde hace 20 años, cuando el cineasta argentino, Eliseo Subiela, escribió y dirigió una de las películas más grandes que han sido realizadas en esta parte del mundo.
"Hombre mirando al sudeste" (1986), obra incesante de originalidad y creatividad que parece ser una reflexión sobre la posguerra de las Malvinas, que parece ser un tirón de orejas para el individuo egoísta de la actualidad, ese que no tiene tiempo ni tolerancia para sentarse a escuchar la historia de un loco que dice venir de otro planeta. Ese loco de rostro impenetrable es Rantés (encarnado por Hugo Soto), quien aparece un día en el manicomio del doctor Julio Denis (Lorenzo Quinteros), asegurando que es un enviado de otro planeta que ha venido a investigar "la estupidez humana".
LENI RIEFENSTAHL
El triunfo de la voluntad
Desde Chile, Muñozcoloma
Hoy llueve, el cielo está tan gris como el de los acorazados, el viento mece los álamos y ya está oscureciendo. Como todas las noches de lluvia la soledad me invade con cierta violencia. Podría recorrer las habitaciones de esta casa en busca de algún espíritu errante, pero no quiero. Tampoco quiero salir y el sueño lo he extraviado por completo. Busco algo (que por cierto, no sé) en la ventana y la luz comienza a escasear.
Al final mi deseo desemboca en el alcohol como era de esperarse y esta vez me inclino por el coñac (muy oportuno para este tipo de días). Al ir hacia el bar, paso por delante de esa puerta que nunca me he animado a abrir (una de tantas) y me tiento, no con la esperanza de encontrar algo o a alguien, sino por simple desidia.
La habitación es un cubo perfecto (a simple vista), y las paredes laterales tienen repisas desde el cielo hasta el piso llenas de latas de películas. La pared del fondo es blanca, inmaculada, incómoda. Y en medio de la sala hay un proyector de 16 mm, un sofá, una copa, una botella de coñac y un cenicero con los cigarrillos correspondientes (el mechero lo tengo yo).